El castrismo es conocido por agarrarse de cualquier cosa cuando se trata de encarnar su falso papel de víctima, única razón detrás de que este 9 de mayo el oficialista periódico Granma publicara un texto donde hace responsable al embargo del sufrimiento y la miseria en que viven las madres cubanas.
Pero Granma también alega que desde el país norteño y a través de las redes sociales, se intentó utilizar esta fecha para "avivar odios y resquemores, lanzar mentiras… ¿Imaginan que ese tipo de campañas diseñadas desde el exterior van a encontrar eco seguro en un pueblo que hace rato decidió su destino, que nunca ha conocido el miedo y que sabe cómo defenderse?".
Pero menos que esto no se puede esperar del Órgano Oficial del Partido Comunista de Cuba, pues la organización a la que da voz, es la principal responsable de que la mayoría de las madres cubanas tengan hacer malabares para alimentar a sus hijos y algunas estén sufriendo la ausencia de sus vástagos que tuvieron que emigrar a otros países en busca de un futuro mejor.
Otras, tienen a sus descendientes en cárceles del régimen por el solo hecho de oponerse a la dictadura y querer para Cuba y los cubanos un país libre y próspero, donde nadie tenga que pasar hambre, donde los jóvenes no estén obligados a emigrar, donde nadie sea perseguido por pensar diferente, y sobre todo, donde las madres no tengan que sufrir por ninguno de estos motivos, que nada tienen que ver con el embargo y sí con la dictadura.
Pero en su texto Granma se atreve a ir más lejos, pues dice que la maldad de los que desde los Estados Unidos procuraron lastimar la tranquilidad de las madres de quienes defienden al régimen, es algo que tampoco se merecen "las madres de quienes incitan al odio extremo, siguiendo orientaciones de los padrinos y madrinas de bolsillos llenos, que les recitan, desde el norte, las acciones encomendadas como tarea", cuando la realidad es que los únicos que incitan al odio contra los cubanos, incluyendo a las madres, son los que en los últimos 62 años se han mantenido por la fuerza al frente del país, algo que solo han logrado a costa del sufrimiento del pueblo.
