Académicos cubanos están dedicando un minuto de sus ponencias en la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA) para denunciar la escalada de represión que ocurre en la Isla.
Se trata de la profesora de la Universidad de Houston, Mabel Cuesta; y su colega, Walfrido Dorta, de la Universidad Susquehanna, quienes este 26 de mayo abrieron su exposición en LASA condenando las violaciones de derechos humanos en el país y solicitando nuevamente un pronunciamiento de la asociación.
Asimismo, el periodista e investigador, José Raúl Gallego, anunció que seguiría esta iniciativa durante su panel, el próximo 28 de mayo, donde hablará sobre "Transferencia de relevancia desde medios independientes cubanos hacia la prensa oficial".
En Facebook, Gallego dijo este miércoles que su presentación no será de 15 minutos, sino de 14, "porque el primer minuto de mi intervención estará dedicado a denunciar las graves violaciones de derechos humanos que ocurren hoy en Cuba y a reiterarle a la organización la solicitud realizada por varios de sus miembros de que se pronuncie ante esta situación".
"No puede ser que tantos cubanos pertenezcamos a una organización que se mantiene ajena ante una nueva Primavera Negra mientras condena las violaciones de derechos que ocurren en otros países del área. Algo tenemos que hacer. Artistas, intelectuales, activistas, ciudadanos, todos debemos buscar la manera de llamar la atención de la comunidad internacional ante lo que está ocurriendo en nuestro país", concluyó el periodista cubano.
Desde el 8 de mayo circula una petición para que LASA se pronuncie sobre la crisis de los derechos humanos en la Isla.
La iniciativa online fue impulsada por Guillermina de Ferrari, profesora de la Universidad de Wisconsin, Madison, y ya supera las 300 firmas.
"Nuestro compromiso con Cuba no es ideológico sino intelectual y moral. Por eso exigimos que LASA, la institución profesional que nos representa, denuncie los abusos contra los derechos humanos en Cuba", expresa el documento.
Los intelectuales hicieron especial énfasis en los casos de los artivistas Tania Bruguera y Luis Manuel Otero Alcántara; los restantes miembros del Movimiento San Isidro; el joven prisionero político, Luis Robles; así como manifestantes pacíficos.
