El caso del preso político Luis Robles Elizástegui fue reabierto por las autoridades cubanas y el joven pudo ver de nuevo a su abogado a mediados de mayo, aseguró una fuente cercana a la familia al medio CubaNet.
El jurista confirmó que el reo no había sufrido nuevos castigos físicos y que podría hablar por teléfono a partir de esta semana. En mayo, apenas lo hizo dos veces, con su madre y con su hijo, mientras que otros familiares no pudieron comunicarse con él.
El joven guantanamero —sin filiación política— fue encarcelado en diciembre de 2020 por manifestarse pacíficamente en el céntrico boulevard de San Rafael, en reclamo por la libertad del músico contestatario Denis Solís, arrestado un mes antes de forma violenta.
El régimen lo acusa de violar el artículo 124 y siguientes del Código Penal cubano, que establece privación de libertad de 10 a 20 años o la muerte a quien viole el espacio aéreo, penetre clandestinamente en territorio nacional y organice o forme parte de grupos armados.
La multa por sostener un cartel pidiendo la libertad de Solís fue de 1000 pesos cubanos, supuestamente al amparo del Decreto 272, artículo 11 del Código Penal cubano, que prevé sanciones por “afear el ornato público” con vallas.
Las imágenes de su protesta fueron ampliamente difundidas en las redes sociales. Como muestran las grabaciones, las personas a su alrededor hicieron una especie de cordón para protegerlo y a la vez repetían las consignas que este manifestaba pacíficamente.
La Fiscalía pidió para Luis Robles una condena de seis años por el supuesto delito de “propaganda enemiga”, y un año por el supuesto delito de “resistencia”, para una sanción conjunta de seis años de prisión.
En la cárcel, Robles fue confinado a celda de castigo por resistirse a las autoridades del penal, hecho que fue denunciado por medios independientes.