Un informe anual de la Unión Europea (UE) presentado recientemente, que repasa el estado de los derechos humanos en el mundo, señaló violaciones cometidas por el régimen de Cuba.
Entre los principales problemas de la isla reseñados en el documento, aparecen las limitaciones de libertades de expresión y prensa. Dan cuenta sobre denuncias de “amenazas de enjuiciamiento por cargos de 'desacato' y 'propagación de epidemias' que se utilizaron para restringir la información ciudadana en las redes sociales, mientras que varios periodistas y blogueros fueron multados en virtud del Decreto Ley 370 sobre la informatización de la sociedad cubana”.
En el texto se dice que es un "avance positivo" la "mejoría en el acceso a internet" en la isla, pero cuestionan que desde Cuba "no se pueda acceder a varios sitios de noticias".
También señala que persiste la pena de muerte –aunque “congelada”- la pena capital, y que su gobierno no ha ratificado los Pactos Internacionales de Derechos Civiles y Políticos, ni los de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
Además, se consigna que el régimen de Cuba no apoya las recomendaciones que le hacen los Estados miembros de la Unión Europea, “especialmente cuando se encuentran en el área de los derechos civiles y políticos”.
El acápite Cuba del Informe Anual 2020 sobre los derechos humanos y la democracia en el mundo, no deja de ser condescendiente con el régimen del Partido Comunista de la isla, pues parece justificar con el embargo de Estados Unidos varias de los problemas en materia de DDHH. También se adjudica una apoyo a la sociedad civil que ha sido puesto en entredicho por opositores. Es un enfoque similar al defendido por el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad Común, Josep Borrell, durante el debate del 8 de junio, previo a una votación en el Parlamento Europeo o Eurocámara para aprobar una resolución que sí condena duramente los abusos del castrismo.
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No obstante, con la crítica resolución aprobada por mayoría el 10 de junio en la institución parlamentaria de la UE, podría terminarse las medias tintas del servicio exterior de la comunicad con el régimen de La Habana, algo que teme el castrismo.
El régimen ha dado muestras de preocupación por la creciente denuncia en foros internacionales de las violaciones de derechos humanos cometidas en la isla, lo que pone en peligro el Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación entre Cuba, la Unión Europea y sus Estados miembros.
Firmado en diciembre del 2016, el acuerdo de diálogo y cooperación UE-Cuba puso fin a la llamada “posición común” que regía las relaciones entre el bloque regional y Cuba, desde 1996. Sin embargo, se incluyó una cláusula que condiciona la colaboración a que en Cuba se respeten los tratados internacionales de derechos humanos, de los que el país es signatario. También se advierte que la persecución y reclusión por motivos políticos es una infracción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.