El velocista cubano Roberto Hernández, conocido como “Angola”, subcampeón olímpico en Barcelona 1992, falleció en la capital cubana a la edad de 54 años.
Según el diario digital Jit, a mediados del 2020 Hernández comenzó a padecer de una cardiopatía que le provocó varios episodios cerebrovasculares y de los cuales nunca se recuperó. Con el paso de los días su estado se fue agravando hasta ocurrir su deceso, luego de varios días internado en los servicios de terapia del Hospital Docente Clínico Quirúrgico Joaquín Albarrán de La Habana.
“Es una pérdida tremenda, todos estamos consternados”, dijo a la prensa cubana el presidente de la Federación Cubana de Atletismo, Alberto Juantorena, el hombre al que precisamente Roberto le arrebató el récord nacional de los 400 metros.
“Hoy es un día muy triste para mí. Se marchó un hermano, un amigo, un compañero de equipo desde que éramos niños en Limonar. Son incontables los lindos recuerdos y experiencias que vivimos juntos y que guardaré siempre conmigo, como amigo, como colega y como el extraordinario atleta que fue”, expresaba Javier Sotomayor en su perfil de Facebook.
El destacado velocista había nacido en Florida, Camagüey hacía 54 años, pero su formación como atleta se desarrolló en la localidad matancera de Limonar, donde se hizo amigo inseparable del saltador de altura Javier Sotomayor.
Roberto integró el relevo 4x400 que ganó la medalla de plata olímpica en Barcelona 1992, y reinó de manera individual en universiadas mundiales, copas del orbe y en los Juegos de la Buena Voluntad de 1990.
En 51 ocasiones bajó de los 45 segundos en la vuelta al óvalo, y todavía son suyos los récords nacionales absolutos (44.14 segundos) y sub-20 (45.05). Precisamente en la conquista del bronce mundial de Roma-1987 en el relevo de 4x400, fue que estableció la marca nacional de 2:59.16 minutos.
