Tras entrar a la capital afgana, los talibanes ocuparon finalmente el Palacio Presidencial este 15 de agosto, mientras la ciudad continúa en el caos, según reportes de la prensa internacional.
Un vocero de la organización terrorista aseguró a la cadena Al Jazeera que pretenden devolver al país el nombre de Emirato Islámico de Afganistán, el mismo que tenía bajo el gobierno talibán (1996-2001), hasta que fueron expulsados por fuerzas encabezadas por Estados Unidos luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Según National Public Radio (NPR), servicio de radiodifusión pública de Estados Unidos, existen cuatro razones por las que una toma de poder de los talibanes en Afganistán es importante para el mundo.
Afganistán como un problema de derechos humanos
Los talibanes son conocidos por negar la educación a las mujeres, hacer ejecuciones públicas de sus enemigos, perseguir minorías, entre otras atrocidades. Los observaddores creen que estas prácticas volverán a Afganistán con el regreso al poder de los talibanes.
Husain Haqqani, ex embajador de Pakistán en Estados Unidos, dijo a NPR que no hay razón para pensar que un nuevo régimen talibán será distinto al que fue hace años y que, lo más seguro, es que continúen actuando con crueldad.
Las zonas del país donde han recuperado el control, los talibanes “han estado ejecutando gente, azotando mujeres, cerrado escuelas y explotando hospitales e infraestructuras”, advierte.
Afganistán como refugio para terroristas
Varios expertos han considerado durante los últimos meses que un régimen talibán podría convertir a Afganistán en un refugio seguro para los terroristas luego de que los talibanes entregaran a Osama bin Laden tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Leon Panetta, ex secretario de Defensa de los Estados Unidos, dijo en el programa radial All Things Considered de NPR que “los talibanes son terroristas y van a apoyar a los terroristas”.
“Si toman el control de Afganistán, no tengo ninguna duda de que proporcionarán un refugio seguro para Al Qaeda, para ISIS y para el terrorismo en general”, advierte. “Y eso constituye una amenaza a la seguridad nacional para Estados Unidos”.
El representante de Afganistán ante las Naciones Unidas, Ghulam Isaczai, hizo una advertencia similar la semana pasada, señalando que los actos de los talibanes “son asistidos por redes terroristas transnacionales”.
Afganistán gobernado por los talibanes podría desestabilizar a Pakistán
La relación entre Pakistán y Afganistán ha estado repleta de altibajos. Durante años, Pakistán albergó a decenas de miles de refugiados afganos en campamentos fronterizos, lo que generó una presión financiera y política sobre una sucesión de gobiernos inestables en Islamabad, capital de Pakistán.
Si existe un régimen talibán en Afganistán, podría haber una confrontación con el movimiento Tehrik-e-Talibán Pakistán, comúnmente conocidos como talibanes paquistaníes, ya que los líderes de los dos grupos no comparten objetivos comunes, dijo a NPR Madiha Afzal, miembro de David M. Rubenstein en política exterior de la Brookings Institution.
Haqqani escribe en Foreign Affairs que “el extremismo islamista ya ha dividido a la sociedad pakistaní en líneas sectarias, y el ascenso de los islamistas afganos de al lado solo desafiarían a los radicales en casa”.
China como aliado de un régimen talibán
La última vez que los talibanes estuvieron en el poder, aislaron a Afganistán del resto del mundo, excepto Pakistán, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes, los únicos gobiernos dispuestos a reconocerlos; sin embargo, en las últimas semanas los principales líderes talibanes viajaron a Irán, Rusia y China para ganar aliados e influencia en el extranjero, reseña NPR.
Según los informes, China ha prometido inversiones en proyectos de energía e infraestructura, incluyendo la construcción de una red de carreteras en Afganistán. También, Beijing ya se estaba preparando para reconocer formalmente a los talibanes antes de que el grupo tomara el control del país.
Laurel Miller, directora del programa para Asia en International Crisis Group, le dijo a NPR que los talibanes están “en una campaña para asegurar la legitimidad a los ojos de los países de la región y probablemente de los países del Golfo Pérsico”.
A principios de la semana pasada, el enviado de Estados Unidos, Zalmay Khalilzad, informó que Estados Unidos no reconocería a un gobierno talibán que llegó al poder por la fuerza.
Estos actos significan que, para los talibanes, cortejar a otros países es “una forma de debilitar la capacidad de Estados Unidos” para influenciar sobre ellos.
“Los talibanes ven a China como una fuente de legitimidad internacional, un potencial apoyo económico y un medio de influencia sobre Pakistán”, según The Wall Street Journal.