La corredora cubana Omara Durand se confirmó como reina absoluta de la velocidad en los Paralímpicos de Tokio, al ganar el 2 de septiembre una segunda medalla de oro, esta vez en los 100 metros, clase T12 de discapacitados visuales.
La plusmarquista mundial de los 100 y 400 metros de su categoría, se volvió a imponer en una final de Tokio, tras ganar hace dos días el oro en los 400 metros, con lo que acumula siete primeros lugares en paralimpiadas.
“Esta séptima medalla es igual de importante y de especial que la primera”, declaró la atleta a la agencia de noticias EFE.
“Entrenamos, somos disciplinados y no sabemos hasta cuando podemos estar arriba para mantener mi estatus de ganadora”, añadió Omara Durand, nacida en Santiago de Cuba en el año 1991.
Durand y su guía Yuniol Kindelán Vargas detuvieron el cronómetro del Estadio Olímpico japonés en un tiempo de 11.49, ligeramente superior al récord del mundo que posee en 11.40. La ucraniana Oksana Boturchuk y su guía Mykyta Barabanov quedaron en segundo lugar y el bronce fue para la dupla china formada por Yanfen Liang y Xuankang Zhu.
Al ganar su anterior final, la corredora santiaguera a quien le resta competir por los 200 metros, dijo: “Estamos muy felices porque soy la atleta más laureada de Cuba en la historia de los juegos paralímpicos. Eso hace que la meta, el compromiso, sea seguir adelante en el deporte, hacer buenas carreras y seguir alzando medallas. Satisface grandemente ser parte de los que cada día ponen el nombre de Cuba muy alto”.
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La cubana conocida como “Reina de la velocidad” acumula siete medallas de oro en los últimos tres Juegos Paralímpicos en las distancias de 100, 200 y 400 de su clase T12-T13. Su reinado en Mundiales se mantiene desde su primera victoria en la ciudad neozelandesa de Christchurch en el 2011.
Sorpresa en el salto de longitud
El cubano Robiel Yankiel Sol Cervantes, de apenas 18 años de edad, el 31 de agosto protagonizó una grata sorpresa en la capital nipona al saltar 7,46 metros en su primer intento y romper el récord imperante en citas de este tipo.
El estadounidense Roderick Townsend terminó segundo y el ruso Nikita Kotukov obtuvo el bronce con 7,34.
“Siempre seguí las indicaciones de mi entrenador Luis Bueno. El confió totalmente en mí y ahí está el resultado (…) La competencia fue fuerte. Seis saltadores estuvieron por encima de los siete metros. En la primera que pensé, cuando me supe campeón, fue en mi madre. A ella le debo casi todo lo que soy”, dijo el atleta tras conseguir su medalla de oro.
“También le debo mucho a otras personas, especialmente a mi entrenador actual Luis Alberto Bueno Chávez, y a los que me iniciaron, Lien y Geike, del municipio Plaza de la Revolución. Ellos convencieron a mis padres y a mí para qué practicará atletismo”, concluyó.
Cuba se mantiene en el lugar 33 por países en el medallero de los Juegos Paralímpicos de Tokio, con 3 preseas de oro, una de plata y otra de bronce (5 en total).