El sacerdote yoruba Loreto Hernández García fue golpeado en la prisión conocida como “La pendiente”, en la provincia cubana Villa Clara, y le niegan atención médica, denunció este miércoles el opositor Jorge Luis García Pérez, conocido como “Antúnez”.
Antúnez, hermano por vía materna de Loreto Hernández, dijo a ADN Cuba que este martes 9 de noviembre los hijos del vicepresidente de la Asociación Yorubas Libres, pudieron visitarlo por primera vez, desde su detención tras las protestas antigubernamentales del 11 y 12 de julio en Placetas.
Supieron que a inicios de esta semana un guardia de la cárcel, identificado como “Carlitos”, llegó hasta la celda del líder religioso y dijo que no creía ni en opositores ni en santeros, sino “en la Revolución y el único santo para nosotros es Fidel [Castro]”.
Loreto Hernández entendió la declaración del carcelero como una provocación, explica Antúnez, y le respondió: “si tú no crees en opositores yo no creo en comunistas, y si tú no crees en santero y tu santo es Fidel como tú dices, el mío es Oggun”.
El oficial ordenó abrir la reja, sacó al sacerdote yoruba “y le cayó a golpes ahí mismo, delante de todos los presos”, denunció Antúnez.
Luego esposó a Loreto Hernández con las manos a la espalda, “lo condujo por todo un pasillo y cuando llegó a la escalera lo empujó”, refiere su hermano.
Según Antúnez, expreso político durante varios años, “esta práctica de empujar a las personas por las escaleras para abajo, y que se partan la boca y todo, es costumbre en la prisión La Pendiente, de Santa Clara, y también lo hacen en Guamajal (hombres)”.
Lea también
El líder religioso no tuvo fracturas, aunque sí se dañó una rodilla. “Lo más preocupante es que no le están dando atención médica. No le quieren tomar los índices de glucosa ni la presión arterial. Mi hermano es diabético e hipertenso, entre otros padecimientos, y hay que chequearle los parámetros”, dijo Antúnez a este medio.
El opositor refiere que, según sus sobrinos, “las pocas veces que le dan los medicamentos prácticamente se los tiran, las pastillas, y le dicen: 'confórmate con esto'”.
Le “preocupa sobremanera” la situación de su hermano, que tiene más de cincuenta años, está “débil” y ha perdido “más de 20 libras”.
“Temo por su vida”, añade Antúnez, aunque señala que el prisionero está de buen ánimo, sobre todo tras un encuentro con su esposa Donaida Pérez Paseiro, también encarcelada por el 11J.
“Loreto se sentía un poco acongojado, de esos momentos que tiene uno, muy preocupado por su esposa”, cuenta Antúnez. Cuando la pareja se vio tras varias semanas separados en sus respectivas penitenciarías, Donaida Pérez le dijo: “levanta el ánimo (…) nosotros somos unos presos políticos y tenemos que estar orgullosos de eso”.
“Dice mi hermano que nunca se había sentido tan estimulado”, refiere el opositor a ADN Cuba. Sobre la desatención médica, asegura que la utilizan “como arma de tortura”.
“Como expreso político que soy, conozco esta situación, porque la he sufrido en carne propia y he sido testigo de cómo ellos usan la falta de atención médica como arma de presión y chantaje, para intentar quebrarlo”, afirma Antúnez.
El opositor exiliado asegura que el sacerdote Loreto Hernández “está muy esperanzado con lo que pueda suceder el día 15 de noviembre”.
Según Antúnez, “hay mucha expectativa dentro de las prisiones cubanas, entre los presos políticos, con lo que pueda pasar” durante la Marcha Cívica por el Cambio, convocada por el grupo contestatario Archipiélago para exigir respeto a los derechos humanos en Cuba.