El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Mauricio Claver-Carone, dijo que esa institución está dispuesta a colaborar en la reconstrucción económica de Cuba si la isla se convierte en una democracia.
En una entrevista concedida a Infobae, el funcionario estadounidense dijo que “si un futuro Gobierno cubano cumpliera las condiciones de la Asamblea [de la Organización de Estados Americanos] y se convirtiera en miembro, sería un sueño poder ayudar al país en su reconstrucción económica durante mi mandato como presidente del BID”.
Claver-Carone, abogado de origen cubano nacido en Miami en 1975, es conocido por sus críticas a los regímenes de Cuba y Venezuela. En 2020 se convirtió en el primer presidente estadounidense del BID.
En la entrevista, se negó a responder preguntas sobre la situación política en la isla y la gestión del presidente Miguel Díaz-Canel. Tampoco se extendió sobre el conflicto entre Rusia y Estados Unidos por Ucrania, al cual hizo referencia su entrevistador.
Sin embargo, afirmó que América Latina “tiene una oportunidad histórica de invertir en áreas como la digitalización, las cadenas de suministro, la integración regional y las infraestructuras sostenibles para crear puestos de trabajo, y afrontar desafíos a largo plazo, como el cambio climático”.
El BID es el banco de desarrollo regional más grande del mundo. Lo integran 26 países de América Latina y el Caribe que son receptores de créditos y a los que se suman Estados Unidos, Canadá y otras 20 naciones donantes.
Nacido en Miami de madre cubana y padre español, Claver-Carone se crió en España y Orlando (Florida). Es graduado de derecho de la Universidad Católica de América y tiene una maestría en derecho internacional de la Universidad de Georgetown.
Antes de trabajar para la administración Trump, inicialmente en el equipo de transición de la Tesorería, dirigía el influyente Comité de Acción Política US-Cuba Democracy, que reemplazó a la Fundación Nacional Cubano Americana como el grupo de cabildeo cubano más poderoso en Washington.
En ese cargo fue un férreo opositor de la política de acercamiento al gobierno de los Castro durante la administración Obama. Ya como funcionario de Trump, lideró la estrategia de confrontación a la dictadura de Nicolás Maduro.
Estados Unidos tiene el 30% del poder de voto en el BID. Le siguen la Argentina y Brasil, con 11% cada uno, la Unión Europea (10%), México (7%), Japón (5%) y Venezuela y Canadá (4% cada uno).