Naciones Unidas, 26 sep (EFE).- Es una ocasión trascendental, la reunión anual de la Asamblea General de Naciones Unidas, en la que decenas de jefes de Estado y de Gobierno se dan cita una vez al año. Llega el turno de El Salvador, y su presidente, Nayib Bukele, no puede resistirse, antes de arrancar su discurso se hace un "selfie".
Tras llegar al estrado, saca el móvil, elige concentrado las preferencias de la cámara mientras saca levemente la punta de la lengua, sonríe y ya está: El autorretrato de un presidente en el púlpito de Naciones Unidas.
No lleva corbata, pero sí un pañuelo de un intenso color rojo en el bolsillo de la americana desabrochada, que contrasta con el azul marino del traje.
"Estar aquí ante ustedes en esta Asamblea General número 74 es un privilegio y un honor que quise compartir con el mundo (...) Espero que haya salido bien", dijo en sus primeras palabras a la audiencia después de dejar de sonreír a la pantalla del teléfono.
Pero como casi todos los autorretratos, al menos como los que los pintores inmortalizan sobre lienzo, el de Bukele también tenía mensaje.
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Tras el frívolo gesto de la foto, el presidente de El Salvador, que en su reunión con el presidente estadounidense, Donald Trump, dijo que ambos son simpáticos y "buena onda", que usan mucho Twitter y que se llevan bien, construyó el discurso sobre su "selfie".
"El nuevo mundo ya no está en esta Asamblea General, sino en el lugar a donde irá esta foto, a la red más grande del mundo, donde miles de millones de personas están conectadas prácticamente todo el tiempo y casi en todas las facetas de la vida", apuntó.
Para ir después aún más allá al afirmar: "Aunque no lo queramos aceptar, la red cada día se vuelve más el mundo real y este formato de Asamblea se vuelve cada vez más obsoleto".
En este sentido, Bukele instó a "aprovechar la gran red que se está construyendo bajo nuestros ojos" para salvar la "relevancia" del organismo.
Incluso sostuvo que con una asamblea en la red se podría evitar que miles de diplomáticos tuvieran que viajar a Nueva York, dejando a sus familias y amigos y además se podrían ahorrar varios centenares de millones de dólares.
"Es hora de que seamos más inclusivos" y de "buscar un formato (de Asamblea General) que invite a participar a la masa colectiva de todos los países del mundo", subrayó el presidente del "selfie" de la ONU.