El boxeador profesional cubano y campeón olímpico, Robeisy Ramírez, se mostró cauteloso en sus redes sociales sobre la información de que sus ex compañeros ahora podrían competir en los circuitos profesionales, siempre bajo la vigilancia de la Federación Cubana de Boxeo.
“No pierdo la esperanza de que todos los boxeadores cubanos disfruten de las mismas libertades y oportunidades que tengo yo. Pero he aprendido a no creer todo lo que lees y escuchas. Saca tus conclusiones”, dijo “El Tren” en su Twitter.
Esta semana las autoridades del boxeo en la isla señalaron que los cubanos podrían volver al profesionalismo después de 60 años de ausencia. Entre otras causas, este deporte necesita una nueva fuente de ingreso. No obstante, la Federación dijo que ellos se quedarían con el 20% del contrato y manejarían con quién y cuándo boxearían sus atletas.
“Sin entrar en cuestiones de dinero, simplemente puedo escoger cuándo, con quién y por cuánto peleo”, añadía Ramírez. El dos veces campeón olímpico, es uno de los prospectos más interesantes del boxeo actual. Ha ido en ascenso cada vez que pelea, sus dos últimos combates eran ante rivales experimentados y los resolvió con mucha clase.
Este 5 de abril, ante la ola de fugas de boxeadores cubanos, como recientemente sucedió en el Panamericano de Guayaquil, el régimen anunció que sus atletas de esa disciplina se insertarían en circuitos profesionales. Entre otras razones, para sumar otra fuente de ingreso.
El vicepresidente del Inder, Ariel Sainz Rodríguez, confirmó en el espacio oficialista Mesa Redonda que el boxeo cubano incursionará en circuitos profesionales, buscando “sumar otra fuente de ingresos que beneficiarán a los atletas y miembros de los colectivos técnicos, y sus familias, y el desarrollo de este deporte”.
Por otro lado, ante la noticia, el presidente del Consejo Mundial de Boxeo (WBC, por sus siglas en inglés), Mauricio Sulaimán, aseguró que la llegada de los boxeadores cubanos a los circuitos profesionales “será un peligro para todos”, debido a su calidad.