Opositores al régimen de Daniel Ortega en Nicaragua se manifestaron contra el mandatario en demanda de justicia para los asesinados por las fuerzas gubernamentales durante el levantamiento civil de abril de 2018, así como por la liberación de los presos políticos.
La protesta se desarrolló a pesar de la prohibición expresa del Gobierno de no permitir marchas que no sean previamente aprobadas por las autoridades, informó este viernes el medio digital Confidencial.
La actividad se llevó a cabo en un ambiente festivo, pues los manifestantes usaron máscaras y vestuarios propios de la tradición popular nicaragüense, para burlarse de Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, así como de la hija de ambos, Camila Ortega, quien dirige un evento de modas anual llamado Nicaragua Diseña.
Los opositores “modelaron” disfraces de sapos y una serie de máscaras de los personajes tradicionales de Masaya, ciudad localizada en el oeste del país, acotó el reporte.
Confidencial señaló que mientras las fuerzas antidisturbios, policías de tránsito, jefes policiales y paramilitares tenían rodeado el edificio Pellas, en Managua, en el parqueo los manifestantes desarrollaban el “desfile de modas”, la parodia dedicada a “los dictadores” y a su hija modista, Camila.
Durante el plantón la periodista Fabiola Tercero, de Galería News, denunció que los oficiales la agredieron y le quitaron su equipo de trabajo, por lo que tuvo que refugiarse en un local vecino al edificio Pellas, añadió Confidencial.
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Dado el enorme despliegue policial sobre la Carretera a Masaya, los manifestantes permanecieron atrapados durante tres horas, hasta que las patrullas de la Policía comenzaron a retirarse del lugar.
De forma simultánea, estudiantes y miembros de la Asociación Madres de Abril (AMA) realizaron un carnaval burlesco en el interior de la Universidad Centroamericana (UCA).
En este lugar los estudiantes bailaron al ritmo de una banda filarmónica, demandaron justicia por los más de 328 asesinados por la dictadura y exigieron la libertad para el centenar de presos políticos del régimen.
Los manifestantes también se plantaron frente al portón principal de la UCA para demandar autonomía universitaria y llamar la atención de las personas que transitaban por ese lugar, por lo que la Policía encendió las sirenas de las patrullas para generar ruido.
En septiembre de 2018 la Policía del régimen declaró “ilegales” las marchas en Nicaragua, en un intento de acallar a la ciudadanía que exige la renuncia de Ortega.
Pese a la prohibición policial, la ciudadanía continúa resistiendo y exponiéndose en las protestas, acotó Confidencial.
Esta semana la estudiante Zayda Hernández y otros autoconvocados organizaron un piquete en el centro comercial Metrocentro, en el centro de Managua. Hasta ahí llegó un fuerte dispositivo policial para acorralarlos y arrebatarles las pancartas.
Durante el piquete el periodista Armando Amaya, de Canal 12, resultó con un brazo fracturado luego que varios oficiales de la Policía lo lanzaron al el piso.