La selección cubana encajó ante Eslovenia su cuarta derrota en el Mundial femenino de balonmano, 26-39, en un partido disputado en la localidad japonesa de Kumamoto.
Cuba llegó al descanso con dos goles de desventaja, 15-17, pero Eslovenia se metió en el partido en la segunda mitad y tuvo en Tjasa Stanko (11 tantos) un seguro de vida.
Eyatne Rizo, con 7 goles, fue la principal anotador del equipo antillano.
Las cubanas cerrarán la primera fase el viernes ante Angola y disputarán después la Copa Presidente, destinada a los equipos que finalicen entre la cuarta y la sexta plaza de sus grupos. Entre ellos se decidirán los puestos del 13 al 24 del campeonato.
El grupo A del Mundial lo completan Noruega, Holanda (plata y bronce en la anterior edición) y Serbia, tres selecciones que ponían muy difícil a Cuba la lucha por los puestos superiores del cuarto mundial que disputa.
El pasado día 3 la selección nacional ya perdió ante Holanda con marcador final de 51 goles por 23.
La más destacada por las cubanas a la ofensiva fue Yarumy Céspedes con cuatro puntos, seguida por Lisandra Lussón y Yunisleidy Camejo, con tres anotaciones cada una. Sin embargo, la efectividad en los tiros fue solo del 41 % contra el 71 % mostrado por las europeas.
Según reseña la página web oficial de la Federación Internacional, el problema de Cuba ante las holandesas no fue el ataque, pues se alcanzó un número estándar de goles, a pesar del fuerte juego de las porteras holandesas (17 salvamentos).