El pasado mes de julio entraron en vigor un grupo de normas jurídicas sobre el desarrollo de la Industria de Programas y Aplicaciones Informáticas, el establecimiento de la Seguridad de las Tecnologías de la Informatización y la Comunicación, y la Defensa del Ciberespacio Nacional. Esta última, establece la obligatoriedad para las personas jurídicas del uso del antivirus nacional, una medida que el Ministerio de Comunicaciones prevé pueda alcanzarse en un período de tres años.
El problema, sin embargo, es que el único antivirus nacional no está funcionando como debiera.
Aunque todas las noticias sobre el tema aparecidas en la prensa oficial presentan el software nacional como un triunfo de la tecnología cubana y la nominación de este producto al premio Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información 2020, acapare titulares de Granma, la realidad es que el programa concebido por Segurmática deja mucho que desear, según la opinión de varios expertos
“Eso no sirve. En los laboratorios de la Facultad mandaron a ponerlo en todas las máquinas, y al mes hubo que desaparecerlo porque comenzaron las quejas. Los mismos informáticos nos dijeron que lo planteáramos en las reuniones porque a ellos no les hacían caso. En vez de quitar los virus, los aumenta, mi memoria más nunca ha servido para nada”, declara Sandra Gómez, estudiante de medicina del Hospital Universitario Calixto García, al sitio Cubacomenta.
El mismo medio entrevista a un graduado de Ingeniería Informática de la UCI, quien explica que aunque el programa se puede utilizar en varios soportes como Windows y Android, no se probó en ninguna de estas plataformas, sino en Nova (programa para soluciones a sistemas operativos cubanos), lo cual reduce su rango de acción y en parte provoca la ineficiencia de compatibilidad.
En una entrevista del medio oficialista Cubadebate, Niurka Edith Milanés Sarduy, directora de la Empresa de Consultoría y Seguridad Informática, Segurmática Antivirus, entidad encargada de llevar a cabo la migración de acuerdo a lo establecido por el Mincom, aseguraba que "no podemos acceder a sitios donde hay muestras frescas [de virus] debido al bloqueo. Un ejemplo de ello es Virus Total, pues el .CU está bloqueado para descargas en ese repositorio, al ser de Google, y esto dificulta la obtención de muestra diarias de malware. No obstante, tenemos un sistema de vigilancia tecnológica que busca constantemente dónde se publican las muestras de malware que más afectan a nivel internacional. Si pueden afectar a las redes nacionales, las muestras son introducidas rápidamente en la próxima actualización".
La realidad es que Segurmática depende muchas veces de los reportes de los propios usuarios para actualizar su base de datos, pero no cubre todo el espectro de virus ni ofrece soluciones para detectar los sitios más peligrosos de la navegación en Internet.
“Solo ataca los virus de menor riesgo, por ejemplo, el que crea archivos simulando iconos de fotos o el que duplica las carpetas como acceso directo, pero para proteger la información no es recomendable”, añade uno de los entrevistados por Cubacomenta. “Al ser de creación nacional no tiene respaldo en otras plataformas debido a que el dominio .cu se encuentra bloqueado para obtener diariamente muestras de amenazas informáticas y con eso mejorar su efectividad. Por tanto, las actualizaciones semanales no difieren mucho unas de otras”.
Otras de sus deficiencias es los “falsos positivos”, alertas de riesgo ante herramientas que no presentan amenaza, pero que detecta como posibles virus.
Segurmática Antivirus se comercializa desde el portal web de los Joven Club o desde el sitio de la empresa www.segurmatica.cu. Depende de una licencia de uso con un costo anual de 50 pesos para las corporaciones, pero desde hace algún tiempo se da la facilidad a cualquier usuario de obtenerlo gratuitamente.
Ni aún así, han conseguido popularizarlo. Como tantos otros programas informáticos en Cuba, la solución es "piratear" algún software que sí funcione.