Brayan Peña cuenta su escape de un equipo juvenil de béisbol con sólo 16 años

Desertó de Cuba en 1999, a los 16 años, cuando formaba parte del equipo cubano juvenil en Venezuela, para lograr su sueño: jugar en las Grandes Ligas
 

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Los jugadores de béisbol de las ligas menores pueden ser jóvenes, pero no son tontos. Los de West Michigan Whitecaps buscaron a Brayan Peña y descubrieron su historia antes de conocerlo. No sabían todo lo que había vivido aquel hombre de 38 años y tez oscura, que ahora sería su guía en el diamante y fuera de él.

“Salieron y te buscaron en Google. Quieren saber un poco sobre quién será su manager”, le dijo a Peña uno de sus colegas en la dirección del equipo. “Vienen de todas partes: el servicio militar, las universidades, las escuelas secundarias y de otros países. Cada oportunidad de compartir más sobre mi historia, mis experiencias, lo hago porque quiero que sea útil”.

Los Whitecaps consiguieron un manager con una de las mejores historias del béisbol estadounidense. Peña desertó de Cuba en 1999, a los 16 años, cuando formaba parte del equipo cubano juvenil en Venezuela. En la disyuntiva de regresar a la isla o fugarse, 24 horas antes de que partiera el avión, Peña saltó por la ventana de un baño a un Toyota Corolla rojo que lo esperaba y dejó todo atrás en busca de su sueño de jugar en las Grandes Ligas.

Fue difícil dejar atrás a su familia y amigos. Ahora sus padres viven con él en Estados Unidos. Durante 12 años jugó en las mayores como receptor en cinco equipos, entre ellos los Tigres de Detroit en 2013.

“Literalmente no tenía nada”, dijo Peña, quien se convirtió en ciudadano estadounidense en 2008. “Le debo todo al béisbol y ahora tengo todo para darle al béisbol. No me jacto de eso, pero quiero que sepan y entiendan que la vida no es fácil y que el camino para lograr nuestros objetivos tampoco lo es”.

Peña se unió a los Whitecaps en su tercera temporada como manager dentro de los Tigres. El jueves estará en el banquete de invierno de los Whitecaps en los jardines Fredrik Meijer. Esta será su primera prueba al timón del equipo, en un calendario de 140 juegos después de dirigir equipos de temporada corta en los Tigres de la Liga de la Costa del Golfo en 2018 y los Tigres de Connecticut en la Liga de Nueva York-Penn en 2019.

De Connecticut promovió a 13 jugadores del equipo de la Costa del Golfo la temporada pasada, junto con otros seleccionados de la temporada  2019 para formar este equipo. También tendrá nuevos entrenadores: Willie Blair a cargo de los lanzadores (un remanente de los Whitecaps) y el entrenador de bateo John Murrian (quien asciende de los Tigres de la Costa del Golfo).

Peña jura que nada cambia en su enfoque de cuando dirigía en clase A. Se considera afortunado: “Me han dado mucho más de lo que merezco”. Su personalidad es contagiosa. “Soy un tipo muy positivo, muy positivo. Muestro mis emociones pero voy a decirte la verdad”.

“Se trata de tener un plan y luego salir y seguir exactamente lo que la organización quiere de los jugadores y su desarrollo”, agregó. “Solo sal y prepárate. Prepárate en el entrenamiento de primavera, entrena a los jugadores y dales lo mejor de ti. He tenido mi tiempo. Ahora, se trata de ellos y de hacer lo que pueda para ayudarlos”.

 

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