El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sostuvo este miércoles que el uso de gas lacrimógeno por parte de miembros de la Guardia Nacional mexicana contra migrantes fue un "caso aislado", y subrayó que los integrantes de la caravana también "agredieron" a las fuerzas de seguridad mexicanas.
"Fue un caso aislado que desde luego nosotros no vamos a aplicar siempre. Ese no es el distintivo de este Gobierno, en el que queremos la paz", dijo el mandatario al ser cuestionado sobre la manera en que la Guardia Nacional intentó frenar a los migrantes que el lunes cruzaron el fronterizo río Suchiate desde Guatemala.
En su rueda de prensa matutina en Palacio Nacional, López Obrador encomió que "resistieron mucho los de la Guardia Nacional porque hubo también por parte de migrantes una agresión, incluso tiraron piedras".
"Sin embargo, resistieron y no se cayó en la trampa de responder con violencia. Eso es lo que posiblemente buscaban los dirigentes de estas caravanas y nuestros adversarios, los conservas (conservadores)", sostuvo el mandatario, del izquierdista Movimiento Regeneración Nacional.
El presidente mexicano celebró que "afortunadamente no pasó a mayores", pero lamentó que los migrantes que cruzaron el río "fueron engañados" por supuestos dirigentes que "les dijeron que sin ningún problema iban a llegar a la frontera norte".
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"Cuando se dieron cuenta que había opciones de refugio y de trabajo en sus lugares de origen o en México (...) voluntariamente están regresando", dijo.
El fin de semana miles de migrantes se agolparon en la frontera entre Guatemala y México, mientras que el Instituto Nacional de Migración (INM) anunció que permitía el ingreso por grupos de 20, aunque posteriormente reconoció que muchos serían deportados tras estudiar su situación.
El lunes, entre 500 y 1.000 migrantes de la caravana cruzaron irregularmente a México al saltar al río Suchiate desde el Puente Rodolfo Robles tras la negativa del Gobierno mexicano de otorgarles libre tránsito hasta Estados Unidos.
La Guardia Nacional intentó frenar el alud de gente con golpes y gases lacrimógenos. Posteriormente, arrestó a 402 personas que habían cruzado el río.
Esta caravana ha evidenciado el cambio de política migratoria de López Obrador, quien hace un año ofrecía visas humanitarias a las caravanas migrantes y ahora ordena frenar el flujo migratorio tras llegar a un acuerdo con el Gobierno de Estados Unidos.