Una persona residente en La Habana, Ariel Díaz, denunció que le vendieron en su bodega, frijoles negros llenos de piedras.
"Muy linda iniciativa de los compañeros de mi bodega de venderme junto a los frijoles negros casi un cuarto de libra de suelo patrio pero...lo prefiero en granos por favor!", escribió Díaz.
La publicación fue compartida en Facebook fue compartida por casi 2 mil personas y obtuvo más de 70 comentarios.
Los frijoles no es lo único que el régimen cubano, quien controla la producción de alimentos, vende en mal estado.
A mediados de enero, una cubana se quejó del mal estado del picadillo que obtuvo a través de la libreta de abastecimiento, en el reparto La María Luisa, San Miguel del Padrón, al sureste de La Habana.
"Hasta cuándo" continuará esa situación, dijo la mujer, que en Facebook se identificó como Machy Cuba.
La cibernauta mostró una foto del picadillo o carne de res molida, con la que se elaboran diversos platillos de la gastronomía cubana y, en efecto, se ve claramente que la carne tiene un tono grisáceo o marrón, señal evidente de que dejó de ser fresca hace un buen rato.
Con la cartilla de abastecimiento es cada vez más difícil obtener suficientes productos y de buena calidad, y eso no es algo nuevo, según reportes periodísticos.
También el mes anterior, en Santiago de Cuba, denunciaron la mala calidad de unas croquetas que vendían en el mercado estatal de Aguilera, Santiago de Cuba.
"No se pueden comer y están llenas de hongos.Pueden ver la foto. El costo es de casi 3 CUC. Si la han comprado o desean comprarla revisen bien al llegar a casa. Esto realmente no se puede comer", dijo Leniochka Hechavarría Hernández.
"Di el aviso porque esto puede intoxicar a cualquiera", agregó la cubana.