El senador demócrata Bernie Sanders fue a Cuba para visitar al exprisionero estadounidense Alan Gross en 2014 y elogió al régimen.
En una entrevista a NPR, Gross explicó que en ese momento tuvo una conversación de una hora con el político y este le dijo que no entendía por qué otros criticaban el sistema imperante en la isla.
También acompañaron a Sanders en esa visita los senadores demócratas Heidi Heitkamp y Jon Tester.
Hace unos días, Sanders hizo una defensa parcial de la revolución cubana de Fidel Castro, afirmando que “es injusto decir simplemente que todo está mal” sobre la forma en que el fallecido líder gobernó el país.
“Estamos muy en contra de la naturaleza autoritaria de Cuba, pero es injusto decir simplemente que todo está mal”, dijo Sanders en “60 Minutes” de CBS. “Cuando Fidel Castro llegó al cargo, ¿sabes lo que hizo? Tenía un programa de alfabetización masiva. ¿Es algo malo? ¿Aunque Fidel Castro lo haya hecho?”.
Los comentarios, que podrían alejar a algunos demócratas moderados mientras Sanders persigue la candidatura de su partido en las primarias, fueron respuesta a una pregunta sobre los comentarios que Sanders había hecho en la década de 1980 al evaluar que el pueblo cubano no se levantó contra Castro a causa de la educación y sanidad.
Los comentarios de Sanders propiciaron críticas en línea el domingo por la noche, incluso de la representante demócrata Donna Shalala de Florida, quien tuiteó: “Espero que en el futuro el senador Sanders se tome el tiempo para hablar con algunos de mis electores antes de que decida cantar alabanzas a un tirano asesino como Fidel Castro”.
El senador republicano de Florida Marco Rubio también reprendió los comentarios de Sanders, afirmando, “está equivocado acerca de por qué la gente no derrocó a Castro. No es porque ‘él educó a sus hijos, les brindó atención médica’, es porque sus oponentes fueron encarcelados, asesinados o exiliados”.
Sanders, un socialista demócrata, como se describe a sí mismo, se ha reforzado como el favorito para competir por la candidatura presidencial demócrata después de conseguir la victoria en las asambleas partidarias de Nevada el sábado.
