Banco cubano "mata" a una mujer y se queda con su dinero

Elsa Albina Dorta Santos es una camagüeyana de la tercera edad que vivió una odisea para recuperar su cuenta de seguridad social. Lo peor es que aún no lo logra, por la incompetencia e insensibilidad de los funcionarios.
Anciano-Cuba
 

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Elsa Albina Dorta Santos es una camagüeyana de la tercera edad que vivió una odisea para recuperar su cuenta de seguridad social. Lo peor es que aún no lo logra, por la incompetencia e insensibilidad de los funcionarios.

Según contó al diario oficialista Juventud Rebelde, cobra su pensión de 1 733 pesos como jubilada por tarjeta magnética del Banco Popular de Ahorro (BPA).

El 20 de mayo pasado intentó en un cajero extraer un dinero que sabía tener acumulado. Y no aparecía en el saldo. Solicitó verificar por Banca Móvil, y el asombro fue mayor: detectó operaciones con siglas que no comprendía.

El 25 de mayo fue a la sucursal 5 952 del BPA. Allí comprobó que la filial provincial del del Instituto Nacional de Seguridad Social (Inass) había decidido extraer el equivalente a dos meses de pensión… ¡por haber fallecido!

En efecto, tras dirigirse al Inass, una funcionaria le enseñó la carta de rutina enviada al banco donde aparecía su fecha de defunción: 16 de marzo de 2021.

En la Dirección Provincial del BPA fue atendida por el director y otra funcionaria. Al otro día esa compañera la llamó para informarle que el Banco no tenía responsabilidad en el asunto, que era de Seguridad Social.

La sobrina de Elsa llamó a la directora provincial de Seguridad Social y estaba reunida. Habló con su secretaria, quien se escandalizó con el caso, y le orientó dirigirse una vez más al Inass municipal y buscar a su directora.

Después supieron que el caso era de conocimiento de la directora provincial y estaba en manos de la especialista.

El 7 de junio Elsa fue al Inass municipal, y la atendió la especialista, que no estaba trabajando por enfermedad cuando el suceso. Le informó que ya la situación había sido enviada al nivel central del Inass, y que la persona que había cometido el error había sido sancionada.

La citaron para el 10 de junio al Inass. Ese día, la llamaron al celular para que no llegara, fuera al cajero y verificara si ya tenía el pago de junio (aún no había cobrado abril ni mayo). Fue al cajero… ¡Y nada! Llamó al Inass y le dijeron que debía esperar al 25 de junio para verificar en el cajero si fue depositado lo extraído, más junio y julio.

El 11 de junio le avisaron que fuera urgente al Inass, pues debía ir al Banco con la persona que cometió el error, para que le pagaran abril. Tenía que ser personalmente, no se lo podían depositar en su tarjeta, como sugirió para no seguir saliendo. Le dijeron que debía entender que esa compañera tenía problemas familiares y ese era el día en que podía hacer eso.

Dije que si ellos no se daban cuenta de mi edad. Y no fui a ningún lugar, ya vencida y derrotada por la falta de respeto y de seriedad. Sigo sin que me devuelvan mi dinero, porque es un trámite al parecer complicado tener que resucitarme. Y quienes me han atendido hasta el momento, ninguno ha pronunciado la palabra disculpa”.

Me siento muy mal. Soy un adulto mayor que he tratado de cuidarme y ahora todos los días tengo que salir de mi casa. Ando con una tarjeta con 55 pesos. Al estar de baja de la Seguridad Social, además del dinero que fue extraído de mi tarjeta tampoco me han pagado el mes de junio”, declaró la anciana visiblemente molesta.