La comunidad LGBT criticó la suspensión de un nuevo programa educativo que incluiría contenido sobre educación sexual e igualdad de género, según dijo el Ministerio de Educación (Mined), por problemas asociados a la pandemia.
“La decisión anunciada en página web del Ministerio está justificada en ‘la compleja situación epidemióloga del país y la falta de materiales para imprimir los programas necesarios’. En medio de la era digital, que un país paralice ‘algo’ por falta de papeles es absurdo y una falta de respeto”, aseguró la página a favor de la inclusión y la diversidad Dame la Mano.
El sitio menciona las campañas de recogida de firmas de grupos religiosos contra la aprobación del nuevo Código de Familia —que podría incluir el matrimonio igualitario— y el nuevo programa educativo como actividades permitidas por el Gobierno.
Dame la Mano consideró el aplazamiento como “una concesión al conservadurismo”. Los activistas LGBT Isbel Díaz y Jancel Moreno también criticaron la decisión en redes sociales, a poco de ser divulgada la noticia por el Mined el 14 de septiembre.
El Mined anunció el 14 de septiembre el aplazamiento del nuevo programa educativo en una nota donde asegura que la pandemia retrasó la fabricación de libros adecuados y la confección de los planes de estudio que lo sustentarían, esperado con beneplácito por grupos LGBT.
“La tensa situación económica y epidemiológica presente en el territorio nacional, no ha permitido garantizar la producción de libros de textos, planes, programas, orientaciones metodológicas y cuadernos de trabajo”, explica el texto.
El aplazamiento estará vigente “hasta tanto estén creadas las condiciones necesarias”, agrega el Mined.
El “Programa de Educación Integral en Sexualidad con enfoque de género y derechos sexuales y reproductivos” fue aprobado el 26 de febrero de 2021, como la Resolución no. 16 del Mined, se refiere a la homofobia, la transfobia y la heteronormatividad como “conceptos, términos o definiciones a sistematizar” en la educación cubana.
Este nuevo Programa educativo se inserta en un plan del Gobierno que incluiría también un nuevo Código de Familia, actualmente en debate por una comisión del Parlamento cubano y que también fue postergado por la Covid-19.
El Programa mereció la crítica de grupos religiosos en Cuba, entre ellos la Iglesia católica, que pidió “igualdad de condiciones” en el debate sobre lo que llamo “ideología de género” incluida en ese documento.
La Iglesia católica se opuso públicamente a la posibilidad abierta por la Constitución de 2019 de incluir el matrimonio igualitario en el Código de Familia de la isla, una medida que no fructificó debido, en parte, a la presión de grupos religiosos.
La Iglesia católica, cuya oposición al tema es conocida, no tiene medios para exponer sus puntos de vista, ya que carece de periódicos y televisoras y de centros docentes en el sistema nacional de enseñanza.
Los evangélicos también criticaron la Resolución de marzo. La Convención Bautista de Cuba Occidental publicó una declaración donde mostraban su “inquietud” por el reforzamiento del “enfoque de género” en el documento.
Exigieron que el programa de estudios “no se imponga a toda la población” y aprovecharon para exigir el regreso de las congregaciones religiosas —de cualquier credo— al sistema de enseñanza cubano.