Al cierre del año 2020, Cuba recibió más de $2000 millones por inversión extranjera, dio a conocer el régimen de la isla este fin de semana.
En declaraciones del director de Inversión Extranjera del Ministerio de Comercio Exterior, Carlos Luis Jorge, publicadas por Prensa Latina, asegura que esta cifra "se sobrepasó", aunque sin detallar el monto exacto.
El funcionario del castrismo dijo que el año pasado se autorizaron casi 30 negocios, nuevamente sin dar la cifra precisa.
"Habría que decir que este es un resultado satisfactorio, mas si se tienen en cuenta las potencialidades y necesidades del país, aun estamos insatisfechos", añadió Jorge.
Entre 2017 y 2018, el oficialismo señala que se aprobaron negocios por montos de inversión superiores igualmente a los $2000 millones anuales y, en 2019 no se llegó a estas cifras, pues decayó a los $1800 millones.
Sin embargo, las autoridades del gobierno alegan que se necesita inversiones extranjeras de al menos $2500 millones cada año.
Aunque la noticia fue anunciada con cierto triunfalismo, el país sigue avanzando muy poco en la apertura de su desgastada economía.
En diciembre pasado trascendió por ejemplo, que la compañía RZD (Ferrocarriles de Rusia) suspendió su proyecto de modernización de la estructura ferroviaria de Cuba, sumándose a la decena de inversiones en la isla que Moscú puso en pausa ese mes.
"Lamentablemente, hemos tenido que suspender nuestro proyecto de modernización integral de la infraestructura ferroviaria cubana debido a las dificultades económicas y las restricciones de cuarentena en la isla, pero esperamos reanudar las obras después de que la situación se haya estabilizado", declaró entonces el director general adjunto de RZD, Serguéi Pávlov, al diario Gudok.
En octubre de 2019, RZD había firmado con la Unión de Ferrocarriles de Cuba un convenio para modernizar toda la estructura ferroviaria cubana.
A mediados de diciembre, Rusia anunció la suspensión de unos 50 proyectos de inversión rusa en Cuba, de 60 planificados y la cancelación de la reunión de la Comisión Intergubernamental Rusia-Cuba para el Comercio, Cooperación Económica, Científica y Técnica, por “dilación” de la parte cubana.