Con gran presencia de niños, y a raíz de la protesta protagonizada por el Movimiento San Isidro (MSI) exigiendo la liberación del rapero contestatario Denis Solis, condenado a ocho meses de prisión tras una detención arbitraria y un juicio sumario, la UJC en Cienfuegos organizó el 10 de diciembre un maratón en contra del MSI, pero bajo la justificación de conmemorarse en esa fecha, el Día Internacional de los Derechos Humanos.
"La Unión de Jóvenes Comunistas en Cienfuegos realizó este jueves un maratón de reafirmación revolucionaria con la participación de jóvenes sureños que manifestaron a través de la práctica deportiva su compromiso como parte de la conmemoración del Día de los Derechos Humanos", escribió en su página web la emisora estatal Radio Ciudad del Mar.
Todo esto se debe a la serie de acontecimiento que han ocurrido en las últimas semanas relacionados con la protesta en la sede del MSI, pero también a que el régimen tiene una silla en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Según Radio Ciudad del Mar, el maratón, en el cual participaron niños de diferentes edades que fueron convocados desde sus escuelas, fue realizado "desde áreas aledañas a San Fernando y Prado hasta la calle del muelle Real y más allá de la competición, permitió demostrar el apoyo de los jóvenes a la Revolución", y esto último lo dice como si no se tratar de una convocatoria oficialista para la que movieron el andamiaje estatal y partidista, y a la que los niños, como en otras ocasiones, son incapaces de negarse.
Agregó la emisora estatal, entrándole de frente a la verdadera razón del evento deportivo, que "la ocasión fue propicia para que los jóvenes cienfuegueros se pronunciaran respecto a los recientes acontecimientos relacionados con el llamado Movimiento de San Isidro, cuyas acciones tienen carácter antisocial, de irrespeto y provocación hacia el gobierno cubano y sus dirigentes".
Y como algo que no puede faltar en el discurso oficialista cuando se trata de los cubanos que disienten del castrismo, la emisora cienfueguera concluyó su artículo diciendo que los que participaron en el maratón lo hicieron también para rechazar "la campaña de manipulación mediática contra Cuba, como parte de un guion de golpe blando con financiamiento de Estados Unidos a grupos subversivos", desconociendo el alto grado de descontento que desde hace varios meses reina en la isla, o como si los cubanos no fueran capaces de desear un país mejor sin tener que esperar a que alguien, desde otro país, los incite a ello.
