Centro Fidel Castro está en propiedad “robada” a mambí

Para el Centro “Fidel Castro Ruz”, institución que celebrará la vida del dictador comunista hijo de un soldado colonialista español, el régimen cubano utilizó la mansión de la familia Conill en La Habana
 

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Para el Centro “Fidel Castro Ruz”, institución que celebrará la vida del dictador comunista hijo de un soldado colonialista español, el régimen cubano utilizó la mansión de la familia Conill en La Habana.

El historiador exiliado Pedro Roig, dijo al Nuevo Herald que “el museo memoria de Fidel Castro es la propiedad robada a un mambí. No hay mejor ejemplo de lo que ha sido la revolución cubana”.

El Centro “Fidel Castro Ruz” está en el capitalino barrio del Vedado, creado bajo una ley de la Asamblea Nacional del Poder Popular en el 2016 y un Decreto Presidencial del 2018. Ubicado en la Avenida Paseo, Calle A, entre la 11 y 13, se levanta en lo que otrora fue la casa de los Conill, “una familia prominente en Cuba”. La mansión ocupa toda una manzana y fue edificada en el siglo XIX.

Se trata de toda una manzana de edificaciones perfectamente restauradas y equipadas, donde hay una biblioteca, una “sala de investigación”, e incluso se guarda “armamento” de Castro, según declaró un trabajador del Centro a ADN Cuba.

“Enrique Conill, el propietario de la casa era un hombre excelso, un trabajador incansable y un gran patriota. Luchó siendo muy joven junto al Ejército Libertador para conquistar la independencia de Cuba, alcanzando el grado de capitán en la guerra”, recordó Roig.

Tenían inversiones en la banca y plantaciones tabacaleras, y estaba entre las más ricas de la isla, según el libro Los propietarios de Cuba 1958.

El Nuevo Herald reseña que el capitán Enrique Conill representó a Cuba en las olimpiadas de verano de 1924 en Francia. Su esposa, Lily Hidalgo de Conill también era una figura influyente en la sociedad habanera, conocida por su filantropía y su trabajo junto a la Iglesia Católica, según la prensa de la época.

Luego del triunfo de Castro, ocurrió una ola de expropiaciones, y confiscaciones de bienes de cubanos que se vieron obligados al exilio. Según El Nuevo Herald, Enrique Conill murió en el exilio, en 1966.

Capitán Enrique Conill. Foto: Tomada de Cuban Studies Institute


Guido, nieto del mambí y heredero de la vivienda, fue miembro de la Brigada 2506 que intentó derribar a Fidel Castro mediante una invasión por Bahía de Cochinos, o Playa Girón.

Según el medio citado, la mansión de los Conill pasó a ser una Unidad de Atención a Menores de Edad e incluso algunos vecinos del área recuerdan que albergó un pequeño centro de detención para jóvenes “inadaptados”. Luego se estableció en el recinto un Centro de Inteligencia del Ministerio del Interior, dijeron vecinos al Herald.

 

Hay recursos en Cuba... para venerar a Fidel Castro

Mientras el régimen destinó grandes sumas de dinero a crear el Centro “Fidel Castro Ruz”, las escuelas de los niños cubanos se encuentran en deplorables condiciones constructivas y de higiene.

Así lo denunció en Twitter el cubano Abel Cartaya: “Centro de estudios Fidel// Centro de estudios de mi hija”, escribió al compartir dos imágenes muy distintas entre sí: la entrada principal de la lujosa institución oficial, y uno de los precarios baños de la escuela pública a la que asiste la menor.

“Por suerte, nuestra casa es al cruzar la calle, la niña viene a casa por supuesto, la subdirectora insinuó en una ocasión que no podía, le tomé fotos al baño y listo, no lo insinuó más”, aseguró el cubano, al responder a una usuaria que se alarmó con el estado de la escuela.

El músico cubano que se identifica como JM Bass, expresó que los centros de enseñanza primaria no eran los únicos en esas condiciones: “si llegas a ver los de la Universidad de las Artes de La Habana, institución más top a nivel nacional, que ofrece miles de eventos internacionales remunerados, el futuro de artistas de Cuba. Con decirte que los escusados reciben goteras de aguas del escusado continuos encima”.

En toda una cuadra, que va desde la Avenida Paseo hasta la Calle A, entre la 11 y 13, están las instalaciones del Centro, cuyo basamento legal quedó establecido el 27 de diciembre del 2016, un mes después de la muerte del gobernante cubano, y aprobado por la Asamblea Nacional del Poder Popular.

Las calles su alrededor ya están arregladas, las instalaciones pintadas, un alumbrado nuevo, césped cuidadosamente cortado y dos pequeñas palmas en la entrada de la casona principal, y muy vigilado el centro por una docena de cámaras de seguridad, y guardia policial.

En la fachada, en metal dorado, se lee “Centro Fidel Castro Ruz”, un sitio que sería algo así como la meca de la “izquierda revolucionaria”, a donde irían los “importantes visitantes extranjeros” para ver exposiciones, muestras audiovisuales y firmar un libro de honor alabando al fenecido.

La legislación No. 123 del 2016, llamada “Sobre el uso del nombre y la figura del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz”, estipulaba la creación de un centro para resguardar las ideas de Fidel Castro, al tiempo que prohibía poner su nombre a calles, plazas o su uso comercial. La excepción era la del uso del nombre del fallecido dictador “para denominar alguna institución que se constituya para el estudio y la difusión de su pensamiento y obra”.

En febrero del 2018, todavía siendo Raúl Castro presidente de los Consejos de Estado y Ministros, se creó un grupo inicial para preservar la documentación, el estudio y la divulgación de las ideas de Fidel Castro. En aquella reunión inicial se le encargó a Miguel Díaz-Canel, ya a la sazón primer vicepresidente de los Consejos de Estado y Ministros, que controlara el cumplimiento de las labores y el grupo que estaría elaborando ideas para la entidad.

Al frente de ese grupo nombraron a Alberto Alvariño Atiénzar, un coronel retirado que devino en ideólogo del partido, quien además de proclamarse como tipógrafo profesional, hizo estudios en la URSS para ser “político” del ejército de los hermanos Castro y estuvo al frente de la revista Verde Olivo durante unos cuatro años, para después pasar a la Dirección Política del Ministerio de las Fuerzas Armadas (Minfar) en la sección de Trabajo Ideológico.

Del Minfar pasa el coronel a ser funcionario del Comité Central del Partido Comunista (PCC) donde ocupa el cargo de vicejefe del Departamento Ideológico. El cargo oficial del coronel es ahora el de jefe de la Oficina de Preservación del Patrimonio Documental, sin que se haya precisado si estará al frente del Centro Fidel Castro Ruz.

En noviembre del 2018, fue encargado Alvariño de acudir al Consejo de Ministros, ya bajo el control de Díaz-Canel, para exponer los avances en su labor y el equipo que dirigía. Allí explicó el carácter político del Centro y la adquisición de equipos de alta tecnología para el uso de información interactiva.

Una de las misiones de esta entidad, es la de “contribuir al enfrentamiento de las campañas enemigas dirigidas a tergiversar la vida, obra y figura del Líder Histórico de la Revolución Cubana”, según dijo el ex coronel.

La diferencia de prioridades del régimen los lleva a destinar grandes recursos a un proyecto fútil como el de la mencionada institución, mientras tiene desatendidas las escuelas, y avanza muy poco en la reparación y construcción de viviendas.

A inicios del 2020, en los días que millones de pesos estaban en movimientos para reparar las casonas coloniales del Vedado donde se alza el Centro; en La Habana Vieja fallecían tres niñas –María Karla Fuentes y Lisnavy Valdés Rodríguez, de 12 años, y Rocío García Nápoles, de 11–, al desprenderse el balcón de un edificio en el barrio de Jesús María.

La tragedia ocurrió el lunes 28 de enero del 2020, en la vivienda ubicada en No. 102, entre Revillagigedo y Vives, un edificio que estaba siendo demolido, sin señales para advertir del peligro de paso.

 

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