En las últimas semanas el régimen ha estado reticente ante los reclamos del pueblo de cerrar las escuelas como medida para proteger a los estudiantes, pero el tercer rebrote del COVID no se lo está poniendo fácil.
Según un artículo publicado este 22 de enero por la Agencia Cubana de Noticias (ACN), "nuevas restricciones entraron en vigor desde este viernes en Ciego de Ávila, en correspondencia con el paso del municipio cabecera a la fase de trasmisión autóctona de la COVID-19 y el comportamiento creciente de la tasa de incidencia en lo que va del mes de enero".
Bárbara Rodríguez Milián, quien encabeza el subgrupo responsable de la Educación en ese territorio, informó al Consejo de Defensa provincial (CDP) que "unos 24 mil alumnos recesan las actividades docentes presenciales, pero se mantendrán activas 19 escuelas en comunidades rurales apartadas, algunas con un solo alumno, que cuentan con profesores residentes en áreas aledañas".
Asimismo, continuarán funcionando tres círculos infantiles y un seminternado "para apoyar a los padres que requieran de ese servicio por ser imprescindibles en sectores de prioridad como la salud, en tanto los alumnos de las escuelas pedagógicas se vincularán a centros de sus respectivos municipios que aún están en clases, como práctica docente".
Desde que comenzó a descontrolarse la propagación del nuevo coronavirus numerosos han sido los reclamos de padres y familiares pidiendo el cierre de las escuelas, pero lo más que ha hecho el régimen, con muchas justificaciones, es aplicar esa medida selectivamente, por territorios, a pesar de que la situación es de alarma en todo el país, con días en los que se han reportado más de 600 casos positivos.
Otra de las medidas aplicadas en Ciego de Ávila para hacer frente al rebrote, en palabras de Rigoberto López Pérez, jefe del subgrupo de Alimentos, fue organizar "el servicio a domicilio para las personas acogidas al Sistema de Atención a la Familia (SAF), acción que tendrá el apoyo de los trabajadores reubicados".
De igual manera se determinó el cierre de piscinas, gimnasios, restaurantes y bares, los que solo mantendrán la elaboración de alimentos para llevar, y también "se detuvieron las actividades culturales y recreativas".
En cuanto al sector del transporte, se estableció "la suspensión del servicio interurbano y los puntos de embarque, de la Escuela de Automovilismo Vial y las licencias de los transportistas por cuenta propia, en tanto solo se mantendrá el traslado de los trabajadores hacia la cayería norte y un ómnibus rutero con el objetivo de garantizar la movilidad a los centros de salud".
Por su parte Carlos Luis Garrido Pérez, presidente del CDP, hizo un llamado de alerta para los 10 municipios, independientemente de la fase epidemiológica en la que se encuentren, por la alta dispersión del virus en la provincia, debido a lo cual en estos momento el territorio tiene 118 controles de focos, de ellos 71 en la ciudad cabecera.
"Con mil 133 casos positivos desde el inicio de la pandemia y la experiencia negativa de un agresivo rebrote a partir de agosto del 2020, la provincia avileña experimenta desde inicios de año una tercera ola de contagios, con 230 enfermos, hasta el día 21de enero".