Pese a represión, amenazas, despidos y sanciones, las redes sociales siguen siendo la principal vía mediante la que los cubanos canalizan su indignación con la realidad que viven y denuncian todo aquello que causa ese sentir.
El discurso oficial suele culpar de todo a las sanciones estadounidenses y la política de embargo económico, pero muchos de los hechos denunciados en el ciberespacio demuestran que el régimen y sus instituciones, si pueden considerarse como tal, son incapaces de cumplir hasta con lo más básico bajo el esquema de administración y gestión actual.
Una muestra más de ello puede verse en el grupo de Facebook “Gente de Cienfuegos, Cuba. Únete”, donde un internauta publicó recientemente unas lamentables imágenes que muestran, según la denuncia, cuán sucia es el agua que llega a muchos hogares cienfuegueros.
“Dicen que quien toma esta agua esta inmune al COVID-19. Ahora entiendo porque tan pocos casos en Cienfuegos”, ironizó Elías Álvarez, el usuario de la red social que publicó las fotos.
Dando por ciertas las imágenes, que son legitimadas por otros muchos usuarios que comentaron en el post y aseveraron haber tenido o tener experiencias similares con el agua en distintos poblados de la central provincia, puede decirse que estamos en presencia de una auténtica “falta de respeto”, como se dice en buen cubano, muestra de la incapacidad gubernamental no sólo para garantizar el acceso al agua en todo el territorio nacional, sino hasta para conseguir que la poca que llega, llegue bien y acorde a las necesidades más básica del ser humano.
El agua de las imágenes, color fango, chocolate, COVID o como quiera definírsele, no sirve para el consumo, así como tampoco para limpiar, cocinar o alimentar animales de cría. Es un líquido que quizás sólo sirva para que las tuberías y drenajes no mueran de inactividad, pero poco más que eso.
Las ironías en los comentarios a las fotos son ilustrativas de la indignación con el agua y con toda la realidad del régimen que la “provee”. “¿Será petróleo socialista? ¡Entonces son ricos!”, escribió un usuario, mientras que otro hizo un guiño y alabó la gestión de Díaz-Canel y sus aportaciones a la economía cubana, diciendo que debía ser guarapo, tal y como el mandatario pidió para toda Cuba.
Sea lo que fuere, lo único claro es que la imagen del agua más que turbia, más que no potable, es una muestra paradigmática de lo que es Cuba desde hace años, con pandemia o sin ella, una isla en la que incluso lo más esencial es, si no invisible a los ojos, escaso y de cuestionable calidad.