El régimen cubano destinó 18 millones de pesos —unos 750 000 dólares al cambio oficial— a la construcción de una planta procesadora de moringa, que actualmente se encuentra “a más del 90% de ejecución”, reportó la Agencia Cubana de Noticias (ACN).
La planta, que se ubica en el Sur del Jíbaro, Sancti Spíritus, pertenece a la Unidad Empresarial de Base (UEB) Comercializadora de Productos Agropecuarios, de la Empresa Agroindustrial de Granos Sur del Jíbaro.
Yamilee Gómez, directora de la entidad, declaró a la ACN que ya se utilizaron 11 millones de pesos y que “el avanzado estado de las labores constructivas (…) posibilitará en próximas jornadas iniciar la instalación del equipamiento”.
De acuerdo con la dirigente, toda la tecnología de la planta procesadora procede de Austria y se encuentra ya en el sitio. El 80 por ciento de la energía eléctrica a utilizar en la planta será generada por paneles solares fotovoltaicos que cubrirán, fundamentalmente, la demanda del horno de secado, donde se producirá el mayor consumo de electricidad.
La planta tendrá capacidad para procesar anualmente 20 toneladas de hojas de moringa. A partir de un proceso de secado de las hojas, se obtiene un polvo con diversas propiedades nutritivas y terapéuticas.
Jorge Enrique Díaz Vidaurreta, especialista de la entidad y futuro administrador de la nueva instalación, acotó que el polvo de la hoja de moringa “se utilizará con fines farmacéuticos, como complemento nutritivo en la industria alimentaria y para la exportación”.
Asimismo, informó que ya están sembradas alrededor de la planta las tres primeras hectáreas del árbol, de las 13 hectáreas previstas inicialmente.
La moringa fue una de las últimas obsesiones del fallecido Fidel Castro, quien desde su retiro le dedicó ―en la prensa oficial― varias de sus “Reflexiones”. Según el dictador, la moringa tenía propiedades casi mágicas, por lo que recomendaba su uso en la alimentación de personas y animales.
En 2018, el régimen cubano creó una institución para dar continuidad y materializar las ideas de Castro sobre seguridad alimentaria y salud, la Entidad de Ciencia, Tecnología e Innovación (ECTI) “Sierra Maestra”.
