La usuaria cubana Nelisa Concepción, residente en el barrio habanero de Alamar, denunció en su perfil de Facebook que los policías en Cuba son los primeros que violan las leyes impuestas por la situación sanitaria del país.
Bajo el título de “En Alamar los que incumplen la ley se visten de azul”, la cubana expuso una serie de violaciones por parte de la llamada “Policía Nacional Revolucionaria” (PNR).
Nelisa narra que mientras se trasladaba a casa de su abuela (viven una frente a la otra) la detuvo la policía en el citado reparto habanero porque no estaba utilizando el obligatorio nasobuco en Cuba. La cubana le aclara que iba a buscarlo a casa de su abuela, que era quien se los lavaba.
“Le explico además que yo vivo justo a veinte metros del lugar en el que él me detuvo y que es un lugar aislado (yo era la única persona en la calle). El compañero policía no quiso entender. Está bien, no me molesto, él está cumpliendo con su trabajo, así que bienvenida sea la multa”, explicó la afectada.
No obstante, dijo la usuaria, el policía no la dejó buscar su nasobuco y en cambio la trasladó en una patrulla hasta la unidad de la policía más cercana. La ciudadana le explica al oficial que sus abuelos pasan de los 70 años, y su esposo es asmático, así que nadie podría alcanzarle la mascarilla.
“Me mantuvieron en la unidad por poco menos de dos horas. Este fue tiempo más que suficiente para ver una inmensidad de horrores que me imagino ocurran a diario”, dijo.
La cubana narró que en la unidad de policías llegaron a ocuparse todas las sillas y por lo tanto no se mantenía la distancia requerida en medio de la emergencia sanitaria. También habló sobre atropellos y abusos físicos, incluso a un menor de edad y una mujer.
“Al parecer mis gritos asustaron al policía, quien no se atrevió a dar el segundo golpe en ese momento, pues al rato, cuando lo iba a cambiar de celda lo volvió a golpear”, añadió.
Nelisa también denunció que cuando la cambian de habitación en la unidad, desde una ventana se veía claramente como los policías eran los primeros que no usaban el nasobuco y no respetaban el distanciamiento social.
“Pude ver un grupo de siete oficiales, todos extremadamente cerca unos del otro, sin nasobuco, fumando y compartiendo agua de un mismo pomo”, insistió.
Según la usuaria finalmente el oficial le dice "acaba de firmar para que te vayas para tu casa". Con ello se refiere a una multa de 300 pesos por no usar el nasobuco en la calle.
“Repito nuevamente que no me opongo a que pongan las multas, solo que me parece innecesario trasladar a las personas a la estación. No me parece que la imagen que están tratando de vendernos del trabajo en las calles y en las unidades de la policía sea la correcta”, concluyó.
Nelisa finalmente aclaró que conoce muchos policías que hacen un excelente trabajo en Cuba, pero “definitivamente este no es el caso en la unidad de policía de Alamar”.
