Para el cubano Yasmany Puga, este 2020 a punto de terminar ha sido un año especial en la oposición al régimen dictatorial de la isla y la lucha por una Cuba democrática y plural.
“No fue el año del cambio para Cuba. Pero fue el año del despertar. Nunca había visto a tanta gente activa contra el castrismo”, escribió el joven en su perfil de Facebook, donde otros cubanos usuarios de la red social han manifestado su coincidencia o no con la observación.
En tal sentido, para Ramón Martínez no es cierto que haya sido un año tan relevante en la lucha por la democracia. “La efervescencia anticastrista alcanzó su pináculo en los 60, cuando Bahía de Cochinos, los alzados del Escambray, los miles de luchadores urbanos que fueron encarcelados y fusilados, los exiliados que se encadenaban en la ONU, las enormes manifestaciones en Miami, el surgimiento de muchas emisoras de radio la diáspora, etc.”, enumeró en su comentario.
“Para mí hay una ola nueva de moda en las redes, con cientos de personas arreglando desde lejos la Cuba que quisieran. En el plantón de San Isidro sólo hubo un grupo valiente de 14 personas”, agregó.
Ante tal comentario, Puga, de Placetas, Villa Clara, y residente en Turquía según su perfil, explicó que para valorar la trascendencia de este 2020 sólo tuvo en cuenta lo vivido y visto por él, tal cual afirmó en sus palabras.
“Sé bien que en los 60 sí hubo oposición al castrismo, mucho más que ahora. Pero desde que tengo memoria, nunca había visto a tanta gente contra el gobierno escribiendo y hablando públicamente”, añadió.
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El acuartelamiento de artistas y activistas vinculados al Movimiento San Isidro (MSI) en la residencia de Luis Manuel Otero Alcántara, en Damas 955, es valorado por muchos como la mecha que prendió la oleada de protestas y manifestaciones populares de rechazo al régimen de los dos últimos meses.
Muchas de esas manifestaciones se han producido en el ciberespacio, pero también en calles y espacios físicos de distintas provincias cubanas, como el plantón de centenares de cubanos frente a la sede del Ministerio de Cultura del régimen, el pasado 27 de noviembre, en apoyo al MSI y las libertades de expresión y creación artística.
De dicho plantón surgió el grupo 27N, el cual, al igual que el MSI y los cubanos a ellos vinculados, ha sido reprimido y asediado por la Seguridad del Estado mediante detenciones arbitrarias, cortes en sus servicios pagados de telefonía móvil e internet, y arrestos domiciliarios.