Las imágenes de enormes colas con fuerte presencia policial en Cuba y las escenas de represión, real o presunta, siguen sucediéndose unas a otras en el ciberespacio cubano, espacio preferido por muchos para mostrar y denunciar la realidad de una isla castigada por la escasez de alimentos, artículos de primera necesidad y bienes de toda índole.
Este sábado, la usuaria identificada como Rosmery Serrano compartió en Facebook imágenes de lo que definió como “opresión policial al pueblo de Santiago de las Vegas”, en las que se ve a efectivos policiales y militares interviniendo en una cola y deteniendo a mujeres y hombres.
Para Serrano se trató de un caso claro de represión policial, más frecuente por estos días en Cuba ante el descontento popular y el temor del régimen a una revuelta que socave sus pretendidos principios y muestras de “unidad revolucionaria” y “consenso sociopolítico”.
Sin embargo, usuarios que comentaron en su post adujeron que no se trató de represión, sino de control y enfrentamiento a indisciplinas sociales. “Eso no fue ninguna opresión. Era a las descaradas que se querían colar delante de la gente que estaban ahí desde las 4 am”, escribió Aliana Sosa, dando a entender que las mujeres detenidas y presuntamente reprimidas merecían la acción policial sobre ellas por su mal proceder.
“No digan más que fue opresión, que esas mismas de las fotos fueron las que empezaron el problema. Son las que siempre están de coleras vendiendo los turnos o revendiendo los artículos que compran. Así que antes de publicar algo infórmense mejor”, agregó por su parte Manuel Porcel Cruz.
Dando por cierto lo dicho por éste y otros tantos usuarios, la presunta represión fue más bien un accionar de efectivos policiales contra ciudadanos que ejercen roles informales que el régimen ha definido como el nuevo enemigo público en estos tiempos de coronavirus y escasez; a saber: “coleros”, acaparadores y revendedores.
La batalla contra estos en la isla goza de la aprobación de muchos que creen el discurso oficial y culpan a quienes practican estos roles cuestionables y polémicos del desabastecimiento generalizado en la red de comercio minorista.
Pero para otros cubanos, los “coleros” y acaparadores existen precisamente por culpa del desabastecimiento y la crisis crónica de Cuba, y no a la inversa. Los ven como una consecuencia y no una causa de los males que aquejan al cubano común.
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El post de la supuesta represión en Santiago de las Vegas, poblado del municipio habanero de Boyeros, es una muestra certera de la división que existe en la opinión pública cubana respecto a los “coleros” y la campaña que contra ellos ha desatado el régimen.
“Como publican boberías. Si en realidad quieren ganar likes y comentarios publiquen realidades. Todos saben que fue una bronca que hubo en una cola y la policía solo desapartaba, pero las personas son muy irresponsables. Al parecer no saben qué cosa es opresión”, comentó en la publicación con las fotos Yanilsi Benítez, mientras que Galina Castillo dijo que cosas como esas pasaban por culpa del “hambre y necesidades”. “Si estuvieran los mercados y las tiendas llenas, no pasaba eso”, aseguró.
De manera similar, Gustavo Adolfo Díaz llamó a no entretenerse pensando si era opresión o no. “Todo se resume en la falta de productos, no hay otra cosa”, sentenció, al tiempo que Yeniset Toledo afirmó que “la indisciplina generada por nuestro pueblo es el reflejo de la escasez y la falta de soluciones”.