Ante la crisis que se vive en Cuba, agravada por la pandemia de coronavirus, la División en Las Tunas de la Empresa de Aplicaciones Informáticas Desoft lanzó una aplicación móvil que aspira a organizar la distribución de productos de alta demanda que se ofertan en la red de comercio minorista.
Para lograr su objetivo, la aplicación depende del actuar coordinado de empresas y autoridades de Gobierno en el territorio. Nombrada Control de Productos de Alta Demanda (Copad), integra en una misma plataforma la información relacionada con la distribución de recursos definidos previamente.
Según el medio oficialista provincial, Copad posibilitaría “controlar los ciclos de distribución de manera que los decisores conozcan que núcleos han recibido una mercancía específica y, al mismo tiempo, identifiquen a las familias más vulnerables”.
“De cara a los consumidores incluye una aplicación para teléfonos móviles mediante la cual la ciudadanía sabría en tiempo real cuándo las unidades comerciales reciben un determinado producto, a cuáles núcleos les correspondería adquirirlos y consecuentemente, solo acudir al establecimiento si se encontraran entre los incluidos”, detalla en su reporte Periódico 26.
Según el medio oficialista, la nueva solución informática sería muy útil en Las Tunas, donde las mercancías más demandadas y existentes en la cadena de Tiendas Caribe son racionadas por núcleos familiares. “Hacerlo ha sido un gran reto para todos los involucrados en la tarea aquí; especialmente, en lo relativo a establecer mecanismos ágiles para que se conozca la marcha de la distribución de surtidos que, vale aclarar, no se constituyen en módulos ni están normados por la libreta de abastecimiento”, precisa el medio.
La actual contingencia sanitaria en Cuba ha acentuado la escasez de alimentos y otros insumos necesarios para la vida cotidiana en la isla. Por ello, la aplicación desarrollada por Desoft en el balcón del oriente cubano pudiera ser una buena solución si todos sus componentes funcionan adecuadamente.
Una solución que incluso podría trascender al coronavirus, ya que en Cuba la distribución de artículos de primera necesidad ha sido comúnmente racionada, más aún en tiempos de crisis como el actual.
Sin embargo, cualquier aplicación que pretenda consolidarse en Cuba como herramienta de uso cotidiano, e implique la conectividad a internet, deberá lidiar con el alto costo de los paquetes de conexión de Etecsa, que no fomentan la digitalización u optimización de muchos procesos en la isla, al menos no para muchas personas.
