La situación que ha vivido con su padre y le dejadez del régimen, así como la continua violación de los derechos humanos, han hecho pensar y denunciar al joven William Abraham Zaldívar que en Cuba “no existe humanidad”.
Según cuenta, lleva cuatro meses pidiendo por todos los canales posibles ayuda médica para su padre, enfermo psiquiátrico, y no ha recibido respuesta alguna, lo que demuestra que la isla no es ninguna potencia médica, como al oficialismo le gusta presumir.
En su perfil de Facebook, donde ya ha hecho cuatro denuncias públicas sobre el caso, William afirmó que además de escribir al oficialista Cubadebate y explicarles el caso, lo ha hecho en los grupos de seguidores en redes sociales del presidente Miguel Díaz-Canel.
Lo que demanda el joven residente en Playa, La Habana, no es gran cosa: que le ayuden a internar a su padre en el Hospital Psiquiátrico de La Habana, conocido popularmente como Mazorra, donde ha estado internado en varias ocasiones. En plena pandemia, por la falta de ayuda y la dejadez para procesar el caso, el hombre deambula sin mascarilla por las calles, dado que su hijo se ve impedido de cuidar de él todo el tiempo.
“Son tantas las veces que he publicado escritos pidiendo ayuda médica para mí padre, que he llegado a pensar, como ya he dicho en otras publicaciones, que en este país no existe humanidad. Violan a diario los derechos humanos de cada persona de este país y después se llenan la boca de decir que este país es una potencia médica, pero eso es una gran mentira”, escribió William en su post de denuncia.
“¿Cómo es posible que yo lleve pidiendo ayuda médica para mi padre hace cuatro meses y me la estén negando, estando incluso en medio de una pandemia que a nivel mundial se está llevando a diario a muchos seres humanos? … ¿Cómo es posible que permitan que mi padre ande por la calle sin nasobuco por no facilitar ingreso en el Psiquiátrico de Mazorra?”, cuestionó.
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La indignación que le ha generado la falta de atención hacia su padre por parte de las autoridades sanitarias ha llevado a William a ser muy crítico con el régimen de la isla. “Llevamos mucho tiempo siendo oprimidos, privándonos de nuestros derechos”, dijo, al tiempo que reveló despertar todos los días pidiéndole a Dios “justicia para este país”.
“Queremos una Cuba donde haya libertad de expresión… Sigan haciendo daño que todo en la vida, como mismo empieza, acaba. Va a llegar el día en que Dios se canse de ver al pueblo cubano sufrir y surja un cambio. Ese día no van a saber qué hacer y querrán arrepentirse de todo el daño que nos han hecho. En ese entonces será tarde, porque ya no habrá solución”, concluyó, dirigiéndose a los gobernantes del sistema cubano.