El cardenal cubano Jaime Ortega Alamino, arzobispo emérito de La Habana, falleció este viernes 26 de julio en La Habana a causa de un cáncer que lo mantuvo en estado crítico durante varias semanas, según informaron autoridades de la iglesia católica cubana.
“El Cardenal Jaime ha fallecido y al comenzar a sentir su ausencia física reviven, junto al afecto agradecido, los recuerdos de su calidad personal y su infatigable celo pastoral”, señala la nota necrológica oficial, firmada por el Monseñor Juan de la Caridad García Rodríguez, Arzobispo de La Habana.
Ortega, de 82 años, había nacido el 18 de octubre de 1936 en Jagüey Grande, Matanzas. Fue ordenado sacerdote en 1964, Arzobispo en 1979, y Cardenal en 1994.
Fue el anfitrión en Cuba de los papas Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco, quien elogió sus funciones como Arzobispo de la capital cubana.
“Aún en tiempos delicados no ha escatimado esfuerzos para fomentar la reconciliación en el seno de la sociedad cubana y para abrir caminos de diálogo entre Cuba y otros países”— dijo el Papa Francisco sobre él.
“A pesar de las restricciones existentes en Cuba, el 8 de septiembre de 1993, Jaime Ortega, junto al arzobispo de Santiago de Cuba Pedro Claro Meurice Estiú y los obispos de las distintas diócesis de Cuba redactaron el documento conocido como Carta Pastoral ‘El Amor todo lo Espera’, la cual levantó duras críticas por parte del gobierno, así ataques por parte de la prensa oficial, la cual sin embargo nunca publicó dicho documento”— puede leerse en una nota de la Ermita de La Caridad en Miami con motivo de la noticia de la muerte de líder religioso.
Ortega es reconocido especialmente por su impulso al diálogo con el gobierno del entonces presidente cubano Raúl Castro, lo cual condujo en 2010 a la liberación de decenas de presos políticos, entre los que habían varios detenidos pertenecientes al grupo de los 75 opositores y periodistas independientes condenados a penas de más 20 años de prisión en 2003 en lo que se llamó la “Primavera Negra”.
Ortega también recibió críticas por parte de opositores cubanos tras negar la presencia de presos políticos en Cuba. En junio de 2015, durante una entrevista con la prensa española, Ortega aseguró que durante la visita de Benedicto XVI a la isla “hubo un indulto de presos comunes, porque ya en Cuba no quedan presos políticos”.
Asimismo, el cardenal participó en los diálogos que llevaron al restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, y en 2016 recibió al presidente Barack Obama durante su visita a Cuba.