Global Liberty Alliance (GLA), organización que defiende los derechos y libertades fundamentales de las personas en todo el mundo, emitió una carta dirigida a Juan De Dianous, Embajador de la República de Panamá ante los Estados Unidos, en la cual expone las violaciones a las que son sometidos los médicos cubanos, a propósito de la reciente contratación de personal de salud de la isla por el gobierno de este país centroamericano.
En la misiva, a la que tuvo acceso ADN Cuba, se señala: “Según las noticias y las cuentas de las redes sociales del gobierno cubano, Panamá ha aceptado que los trabajadores médicos cubanos presuntamente ayuden con la pandemia de COVID-19. El gobierno panameño debe ser consciente de que los trabajadores médicos cubanos -hombres y mujeres comprometidos con el servicio público- son explotados por el Partido Comunista de Cuba, y los gobiernos o entidades que se benefician de sus servicios podrían ser cómplices del tráfico de estos trabajadores. Es ilegal traficar y utilizar mano de obra esclava, trabajo forzado o mano de obra explotada”.
GLA, con sede en Alexandria, Virginia, EE.UU., es parte de una coalición de abogados y defensores de los derechos humanos que trabajan para detener el tráfico de personas y fomentar una conciencia internacional de libertades fundamentales e igualdad ante la ley. En disímiles ocasiones se ha pronunciado en contra de las arbitrariedades del régimen castrista con los médicos de la isla.
“Los trabajadores médicos cubanos son herramientas del Partido Comunista, utilizados con fines ideológicos y otros fines subversivos; muchos se ven obligados a hacer esto en contra de su voluntad. También se les paga muy por debajo de las tarifas del mercado libre y no se les permite negociar contratos laborales libremente. Los trabajadores médicos cubanos deben espiar para Cuba y se les confiscan sus pasaportes. Los miembros de la brigada médica tienen manipuladores llamados 'jurídicos' que vigilan y controlan a los trabajadores, como lo hacen en Cuba”, refiere la carta dirigida al embajador De Dianous, firmada por el presidente de Global Liberty Alliance, Jason Ian Poblete.
En el documento se subraya que “Estados Unidos ha condenado repetidamente la trata de personas, incluida la trata de trabajadores médicos en Cuba. Recientemente, el subsecretario de Estado de los Estados Unidos para Asuntos del Hemisferio Occidental, Michael Kozak, declaró:En marcado contraste con el régimen de Castro, los gobiernos que contratan trabajadores médicos cubanos deben asegurar su trato justo y humano, que trafica y explota la valentía de los trabajadores para sus propios beneficios. Haga que los contratos sean transparentes y pague a los trabajadores directamente (Tweet del 21 de diciembre de 2020)”.
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De acuerdo a la información detallada al gobierno de Panamá, “Global Liberty Alliance (GLA) y otras ONG están comprometidas a descubrir el tráfico ilegal de trabajadores médicos cubanos. Al trabajar con abogados locales en Brasil, Uruguay, Honduras y Guatemala, GLA encontró información inquietante sobre las prácticas laborales cubanas en estas naciones durante el año pasado”.
“Algunos resultados de nuestras investigaciones y casos se publican en el sitio web de GLA en https://www.globallibertyalliance.org/working-groups.html”, según se precisa.
GLA advierte que “si Panamá contrata los servicios de trabajadores médicos cubanos, como mínimo, debe hacerlo de manera consistente con las leyes laborales panameñas; sin embargo, se recomienda más. En lugar de habilitar al gobierno cubano en la trata de personas, Panamá debería ayudar a poner fin a esta práctica inhumana. Como un fuerte aliado de Estados Unidos con un historial de defensa de los derechos humanos y el estado de derecho, Panamá debe presionar al régimen cubano para que deje de abusar de los trabajadores médicos cubanos, permita que los trabajadores contraten y viajen libremente y practiquen su profesión sin violar sus derechos fundamentales”.
“Nos unimos a otros defensores de los derechos humanos en defensa de los trabajadores médicos cubanos e instamos al gobierno de Panamá a reconsiderar su acuerdo con el Partido Comunista de Cuba. Hasta que los cubanos sean libres de elegir y trabajar libremente, Panamá debe ser parte de la solución ayudando a detener la trata de personas por parte del PCC”, concluye la carta.
