Los célebres Jardines de La Tropical deberían recobrar su esplendor en julio de 2019, como parte de la celebración de los 500 años de La Habana, dijo Esteban Lazo, presidente de la Asamblea Nacional cubana.
La construcción histórica que propició a los inmigrantes, criollos y nativos de Cuba encontrarse con el baile popular durante más de un siglo, sobrevive hoy en condiciones penosas.
Los Jardines de La Tropical es un complejo bailable con una extensión de 297.154 metros cuadrados, conformado por salones que datan de 1904. Bautizados en sus orígenes como Ensueño, La Cúpula, Templo Indio y Mamoncillo, estaban ubicados en un entorno singular de manantiales y bosques, venidos a menos una vez que el régimen socialista cubano eliminó los cabarets y combatió la bohemia nocturna habanera.
Su diseño constructivo estuvo a cargo del maestro de obras catalán Ramón Magriñá, quien lo caracterizó con un estilo modernista casi único entre las obras del barrio de Puentes Grandes en la barriada de Marianao.
En ese sitio se celebraron romerías, matinés y bailables organizados por las sociedades españolas, aunque otros grupos lo alquilaban en días de la semana para bailes populares.
Según el maestro danzonero Antonio Arcaño, "esos salones pertenecían a cerveceros que aprovechaban todos los salones para promover su cerveza Tropical. Era algo muy acogedor, como debía ser el servicio al cliente. La entrada a los salones era de un peso (equivalente a un dólar), el costo de la bebida era de diez centavos la botella de cerveza y 3.20 el del barril completo, al que se le incluía uno más pequeño de regalo".
En su primera etapa, para los inmigrantes de herencia hispánica se ofrecían pasodobles, charlestón, onestep, fox-trot, aunque luego se tocaron los danzones de Antonio María Romeu, Arcaño y sus Maravillas, Belisario López, Cheo Belén Puig, entre otros.
Por los Jardines de La Tropical pasaron las mejores orquestas cubanas: Fajardo y sus Estrellas, Neno González, La Aragón, Sensación, Sublime, Melodías del 40, La Ideal, La Sonora Matancera, El Casino, Gloria Matancera, y muchos más.
El poeta Nicolás Guillén los describió como "más violentos, más bachateros, más rítmicos y más populares", y el músico Juan Formell decía que "el que no triunfaba en La Tropical no podía llegar a la cima".