Este anciano de 75 años pasó 47 trabajando para el régimen cubano y ahora vive en un cuartucho sin las condiciones mínimas para llevar una vejez digna. Los vecinos y su hermana lo ayudan cuando pueden, pero el Estado lo abandonó.
“La casita que tenía la desbarató el ciclón”, comenta Remigio Varela a Cubanet. “Me dijeron que me iban a resolver [una casa] y no me resolvieron nada”, agregó este jubilado que vive en El Cristo, provincia de Santiago de Cuba.
Ahora trabaja para un paladar, donde le dan desayuno gratis y 15 o 20 pesos al día. Con ese dinero completa los 350 de su chequera, de los cuales utiliza 150 para pagar el cuarto donde vive.
“A veces los vecinos me ayudan con algo de comida y mi hermana me regala el plato de por la noche”, aseguró Varela al reportero que lo entrevistó.
Se ve que es un hombre cansado, de esos que reciben los problemas sin inmutarse y con espíritu dócil. Desde 1969 se “integró” al “proceso revolucionario”. Durante tres años estuvo cortando caña en Camagüey. Luego tuvo varios trabajos en lugares distintos.
“Me siento abandonado. Nada más que veo el televisor y todo lo que dicen es mentira. La realidad que estamos viviendo todos los cubanos está muy dura. El único mensaje que le mando al gobierno es que se preocupen por nosotros porque no tenemos comida, no tenemos pasta de diente, no tenemos nada”.
Casos como este son comunes en la Isla. En julio, la desgarradora imagen de un anciano cadavérico, postrado desnudo en una cama en un barrio de la Habana, fue compartida por José Díaz Silva, líder del Movimiento Opositores por una Nueva República, para denunciar “el extremo y abusivo abandono social de ancianos en esta provincia.
La dramática condición del nonagenario, tirado en su cama, esquelético, contrasta con las afirmaciones de los medios del castrismo, que ofrecen una imagen de que ningún anciano es abandonado en Cuba.
Este mes, se conoció la historia de Argelio Mendoza Martínez, quien fue un disciplinado militante comunista y hoy vive en la miseria y el olvido por parte de las “instituciones revolucionarias”.
Según denunció su hija Yusdania Mendoza, el anciano de 80 años residente en Veguitas, provincia de Granma, está enfermo de una hernia inguinal que empeoró luego de recibir tratamiento en un hospital local.
Ella pide desesperada que compartan su post para que alguien “me ayude con la situación de mi papá (…) [quien] fue gran trabajador hasta su jubilación cumpliendo con sus deberes militante del P.C.C por años cumpliendo con sus funciones y cotización [dinero para el partido]”.
