El 1 de octubre La Habana recuperó un poco de su vitalidad perdida. Recobró algo de movimiento el transporte público y es probable que en las noches concurra gente a las avenidas. Sin embargo, ¿ya está preparada la ciudad y el resto del país para echar a andar, aunque sea de a poco y como si estuviera quitándose las sábanas remolonas de la noche anterior?
Este 5 de octubre se reportaron 36 casos nuevos de coronavirus y un fallecido, lo que eleva las cifras totales a 5845. Se trata de una cubana de 70 años que residía en Cárdenas, provincia Matanzas, con antecedentes de enfermedad pulmonar crónica. Murió de un paro cardiaco, según el informe del Ministerio de Salud Pública.
A pesar del toque de queda, el virus resiste y sigue infectando a más cubanos. Se esperaba que las medidas severísimas decretadas a inicios de septiembre dieran resultado. Es cierto que en La Habana disminuyó el número de casos diarios —no todo lo que se esperaba—, pero noticias que llegan del interior del país cuentan otra historia.
El 2 de octubre, se abrió un nuevo evento de trasmisión local en el área central de la provincia cubana de Sancti Spíritus, y ya alcanza la cifra de 30 contagios. El municipio cabecera sigue elevando la curva de confirmados en el territorio provincial, de acuerdo con un reporte del medio estatal Escambray. Hoy, 23 de los 36 casos pertenecen a esa provincia.
Sancti Spíritus ha sumado con esto otro evento de transmisión local a los dos ya existentes —uno relacionado con el hotel Village Costasur, de Trinidad, y otro en la comunidad de Bernal, en Jatibonico—. De los 160 espirituanos que desde marzo y hasta el presente mes de octubre se han diagnosticado con la COVID-19, 85 corresponden a la etapa de rebrote que comenzó en agosto.
Para colmo de males, también hay un nuevo evento de transmisión en La Habana —casi siempre la provincia que reporta más casos—. Este suceso está asociado a trabajadores indios de la construcción que residen en el municipio Regla. En total, se mantienen en vigilancia 22 contactos de este grupo.
Sobre La Habana dije “casi siempre” porque durante el último mes Ciego de Ávila ha superado a la capital en el número de casos reportados a diario. Por ejemplo: el 2 de octubre el jefe de epidemiología del Ministerio de Salud Pública, Francisco Durán, reveló que 27 de los 48 casos registrados ese día pertenecían a esa provincia, donde hay varios focos de infección abiertos.
El régimen cubano reconoció que la pandemia está fuera de control allí, con más de 400 enfermos en tan solo un mes luego del rebrote. El presidente, Miguel Díaz-Canel, alertó que la provincia tiene el mayor índice de infestación en todo el país.
Es evidente que la situación no es la mejor. Matanzas y Holguín también elevaron la cifra diaria de contagiados. A pesar de esto, a partir de hoy el régimen relajará el toque de queda que había impuesto en La Habana el primero de septiembre, asociado a vigilancia militar en las calles y multas altísimas, para contener al virulento enemigo.
Por otro lado, se mantiene la prohibición de transporte interprovincial desde y hacia La Habana. Personas que se hayan quedado varadas allí, sus casos se valorarán por el Consejo de Defensa Provincial. Hoy, la capital informó de apenas nueve casos nuevos.
Muchos cubanos temen un nuevo rebrote
Y eso es lo que tiene preocupado a muchos: ¿por qué si el rebrote no amaina viene este relajamiento ahora? Residentes en La Habana piensan que se avecina un nuevo rebrote tras el anuncio de la nueva fase de desconfinamiento.
Incluso el director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública de Cuba (Minsap), doctor Francisco Durán, reconoció el 1 de octubre que relajar las medidas restrictivas en La Habana es algo riesgoso, pero afirmó que depende de la población frenar la propagación del coronavirus o no.
Eso mismo piensa el régimen: la culpa es de la indisciplina social. Un artículo publicado por el oficialista periódico Granma culpó a los pobladores de Ciego de Ávila por los altos índices de contagio en el territorio.
El texto resalta las palabras del doctor Pablo Feal Cañizares, director de la Unidad de Promoción de Salud y Prevención de Enfermedades, quien dijo: “el comportamiento humano es el que conlleva estos problemas, sobre todo ante una epidemia que todavía no posee vacuna”.
El doctor, dejando a un lado que las autoridades alentaron la visita de turistas a inicios de año cuando la pandemia se estaba esparciendo por el mundo y ya afectaba a Europa, dijo que en esta situación “han influido varios aspectos, fundamentalmente, la falta de autocuidado y autorresponsabilidad”.
¿Es ético achacar toda la culpa a la ciudadanía? Sin duda hay irresponsabilidad y falta de conciencia, pero si las cosas están como están eso quiere decir que el Estado, cuyo encargo es velar por el bien público, lo ha hecho mal o, al menos, no del todo bien.
En el parte de hoy se supo que los 36 casos son cubanos. Unos 34 fueron contactos de casos confirmados y en dos no se precisa la fuente de infección, según el último reporte del Ministerio de Salud Pública. Al momento del ingreso, 19 no presentaban síntomas de la enfermedad.
A nivel mundial se han confirmado más de 33 millones de enfermos y más de un millón de fallecidos. La Organización Mundial de la Salud reporta 185 países con transmisión.