Las esperanzas de los cubanos, puestas en el más allá

"En mis tiempos ver un babalao en la calle era una cosa rara. Tenías que ir a Guanabacoa, a Regla, a Matanzas. Ahora en cualquier esquina te topas con un babalawo", dice uno de los entrevistados
Santeros cubanos
 

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Este 2020 es bisiesto, lo que significa en la superstición popular un año de mala suerte. Por eso los cubanos se aferran a sus creencias con más tesón, buscando la salvación en la fuerza de lo omnipotente.

En Cuba, la religión yoruba está afianzada y tiene mucho pueblo. Santa Bárbara, San Lázaro, Oshun, Obbatala, Olofi, que es Dios, y Orumila, que es el adivino, y que en un tablero lee el presente, el pasado y el futuro.

Mediante el libro de Ifá, el babalawo va diciendo en la consulta el camino por el que transita el ahijado y le da los remedios para aliviarlos.

Natacha Guzmán, hija de Yemayá (virgen de Regla), quiere irse del país. Por estos días se le ve sentada a la orilla del mar durante horas, hablando con su santa, pidiéndole bendición y el cumplimiento de su sueño. 

"Yo cumplo al detalle todo lo que me indica mi padrino en la consulta. Es un gasto de dinero grande, pero tengo que seguir hasta lograr mi meta. Confió plenamente en Yemayá, mi madre. En el itá del año pasado me profetizaron que me iría para Miami, pero llegó el 2020 y la profecía no se cumplió. Será para el año que viene". 

El más viejo de todos los babalao de La Lisa es Ambrosio Ramos, conocido popularmente por Macho. Tiene 93 años y es hijo de San Lázaro.  

"El 17 de diciembre, día de mi santo, no pude hacer nada. No tengo presupuesto para una fiesta. En cambio antes, la casa se me llenaba de ahijados y mi altar llegaba al techo y sonaba en toda La Habana. Incluso en los tiempos en que estábamos prohibidos a mí siempre me dejaron hacer mi bembé, porque tenía muchos ahijados que me protegían, desde la estación de policía hasta en el Comité Central. Ahora estoy viejo, cansado, y la vida se ha puesto muy mala. Además, la religión yoruba no es lo que era antes, ahora se ha convertido en un mercado".  

"Lo que más me disgusta de estos tiempos es que cualquiera es babalawo. Todo el que llega al tablero de Orumila a consultarse, el padrino le indica que tiene que hacerse santo y que tienen camino de Ifá, que significa hacerse babalawo. Y eso mayormente es para sacarle dinero. ¡Y todo en CUC! En mis tiempos ver un babalao en la calle era una cosa rara. Tenías que ir a Guanabacoa, a Regla, a Matanzas. Ahora en cualquier esquina te topas con un babalawo. Por aquí conozco una cuadra donde la mitad de la gente tiene hecha santo y la otra mitad es babalawo.

En muchas viviendas cubanas por estos días se le reza a Santa Bárbara, a Oshun, a Yemayá, y otros muchos santos del panteón yoruba. Se le pide  salvación porque este 2020 ha comenzado sumamente revuelto y peligroso. Las predicciones para el año indicaron al pueblo, tener mucho cuidado con la carne de cerdo, el alimento nacional, y mucho cuidado con el alcohol, la única vía de escape que posee la gente para salirse por un tiempo del infierno y que se ha convertido en un uso general. Y mientras rezan se aferran a sus mantos de yeso, o de madera. 

 

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