Como no puede ser de otra manera, el dictador de Corea del Norte, Kim Jong Un, envió las felicitaciones de rigor a Raúl Castro por aniversario de la dictadura cubana.
Este 1ro de enero los medios comunicación y propaganda del régimen de La Habana se hicieron eco de una carta donde Kim Jong Un manda "felicitaciones calurosas y saludos fraternales" a las máximas autoridades del Partido Comunista de Cuba, gobierno y pueblo cubanos.
Es comprensible que entre dictadores se reconozcan y brinden apoyo, pero felicitar al pueblo cubano por estar sometido a un régimen de oprobio durante 62 años, ya está a otro nivel.
Recodemos que el pueblo de Corea del Norte lleva 72 años sufriendo los estragos de una de las peores dictaduras que ha conocido el mundo, algo que solo ha sido posible debido al apoyo incondicional de regímenes como el de los Castro, de ahí la reciprocidad del Partido del Trabajo de Corea y su máximo líder.
"En carta al primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, General de Ejército Raúl Castro Ruz; y al presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Kim reitera su seguridad de que las relaciones de amistad y de cooperación entre los dos partidos y países, establecidas en la lucha común por el cumplimiento de la causa socialista, se desarrollen vigorosamente", escribió en un artículo el estatal sitio web Radio Ciudad de la Habana.
Kim Jong Un afirma en su carta, que estos vínculos deben ser conforme al espíritu del acuerdo logrado durante el significado encuentro de Pyongyang, en noviembre de 2018, entre él y el presidente puesto a dedo Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
El dictador norcoreano pasa por alto la profunda crisis económica que sufre el pueblo cubano desde hace más de dos años, marcada por una terrible escasez que afecta directamente la provisión de alimentos; pues en su misiva dice sentirse complacido de que el hermano pueblo cubano, bajo la dirección del Partido está defendiendo las preciosas conquistas revolucionarias.
Nada, que no se puede esperar menos de un genocida, que su apoyo incondicional a otro de su misma condición, por puro instinto natural de supervivencia.