Un gran desconcierto entre los estudiantes universitarios de la isla generó el ministro de Educación Superior de Cuba, José Ramón Saborido, con su intervención en la Mesa Redonda de este viernes, donde se suponía que esclareciera qué seguía para los estudios superiores en el país ante la inevitable extensión de las medidas de aislamiento social derivadas de la propagación de la COVID-19.
Sin embargo, tras minutos de hablar, el supuesto “menú de opciones” que el funcionario daría a los estudiantes quedó en una total nebulosa. Saborido invirtió la mayor parte de su tiempo en el programa para dar cifras que demostrasen cómo seguían trabajando y atendiendo prioridades en estos tiempos de contingencia, y no para explicar alternativas de actuación en todo este tiempo.
De hecho, comentó que ante las “dificultades” que supone organizar la impartición de cerca de seis mil asignaturas en las condiciones actuales, se prefirió no hacer nada para no crear diferencias entre los estudiantes y orientarles que se preparen y profundicen conocimientos cada uno desde su casa, como puedan.
Asimismo, que colaboren y cumplan con las medidas que les orienten los consejos de defensa territoriales; entiéndase pesquisaje y otras “tareas de choque” en las que han tenido que intervenir los estudiantes universitarios para apoyar en labores que se supone cumplan otros organismos del régimen.
Y no es que no lo hagan, los tiempos actuales demandan compromiso y actuar solidario de todos. Pero, al parecer, lo concerniente a la Educación Superior como tal no parece estar aún entre las prioridades del Ministerio de Educación Superior, al menos no entre las que el ministro abordó en el referido programa.
Habló de que existía un amplísimo “menú de opciones”, mas no lo detalló por “falta de tiempo”. Incluso Randy Alonso, el “moderador” habitual del programa, que suele ser muy servicial y atento con sus invitados, preguntas complacientes mediante, tuvo que pedirle que hablara de lo referente al curso escolar, las tesis de graduación y los exámenes de ingreso, elementos importantes que preocupan a todos por la incertidumbre que genera la pandemia.
Del “menú”, “amplísimo”, no adelantó nada, salvo que se iba a publicar y que había varios escenarios, opciones y variantes “modeladas”, tanto para los que terminan estudios como para los que continúan y los que ingresan a los mismos.
De lo escaso que pudo entenderse de sus palabras, bastante enredadas, hay distintas modalidades que se contemplan para cada caso, cuya aplicación depende de cuándo termine la actual situación. Sin embargo, si quedó claro que en ningún caso se “regalarán” los títulos o se graduarán profesionales que no cumplan con los requisitos mínimos.
Las palabras de Saborido no fueron entendidas por muchos. Así lo evidencian centenares de reacciones y comentarios en redes sociales, que critican el “cantinfleo” del ministro y la poca información clara brindada, para lo cual se suponía era el programa.
Además de quejas, comentarios y cuestionamientos irónicos y legítimos, el ministro provocó también la creación de graciosos memes, que juegan con el supuesto “menú de opciones” que todos se quedaron con las ganas de “degustar”.
De cualquier forma, lo que más claro queda es que el regreso a las aulas en Cuba aún tarda y que, al menos para los universitarios, no hay opciones inmediatas de avance en sus estudios, salvo lo que lean y “profundicen” por su cuenta.