Una mujer embarazada denunció que fue multada por las autoridades por quitarse la mascarilla protectora, o nasobuco, para contestar una llamada en su teléfono celular, en el municipio de Las Tunas, en el oriente de Cuba.
“Miren esto hoy, salí al policlínico y estaba tomando agua y me llamaron y respondí la llamada e iban pasando dos inspectoras y me pusieron una multa, no me dejaron ni explicar siquiera”, dijo Yanelis Gómez Guerra, por medio de su perfil de Facebook.
La multa fue de 50 pesos cubanos, equivalentes a unos 2 dólares.
“Es una lástima que no tenga en dónde quejarme. Me dijo que me pondría una multa de 100 pesos y después de decirle que tengo dos niños y estoy embarazada, me puso una de 50, con un inciso que no tiene nada que ver. Hay que ver las cosas de este país, hasta dónde van a llegar”, se quejó.
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Yovanis Flores Fonseca comentó el posteo: “Para que entiendan, es que algunas personas no entienden que el nasobuco es para taparse la boca y no hay razón que para hablar por teléfono haya que quitárselo, no entienden que el virus mata”.
La semana pasada, una multa de 150 pesos (6 dólares) fue impuesta a una madre que, en medio de la crisis de la pandemia del coronavirus, intentaba llevar a su pequeña hija a una clínica para que fuera vacunada, según narró ella en su cuenta de Facebook.
El hecho sucedió en el municipio de Nueva Gerona, en la provincia de Isla de la Juventud, al sur de La Habana, en el Mar Caribe.
Otra persona también se quejó, en abril, por ser multado por ir a la panadería a comprar pan, en el municipio de Sancti Spíritus, en el centro de Cuba.
Luis Ángel Cruz Gómez dijo que a eso de las 7 de la noche se dirigía a realizar dicha tarea cuando fue interceptado por agentes del orden, quienes lo multaron por considerarlo un riesgo de contagio de la COVID-19.
