"No ha venido nadie a preocuparse": Ancianos solos en Holguín

En un país donde el 18,3% de los ciudadanos tienen 60 años o más, según el último Censo de Población y Vivienda (2012), el Estado debería velar por su bienestar, sin embargo, no lo hace
 

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Son constantes las denuncias de ancianos que viven solos en Cuba y no reciben ninguna ayuda estatal, pero esta problemática se agudiza con la pandemia del nuevo coronavirus.

En un país donde el 18,3% de los ciudadanos tienen 60 años o más, según el último Censo de Población y Vivienda (2012), el Estado debería velar por su bienestar, sin embargo, no lo hace.

Los adultos mayores en Cuba sufren un abandono sistémico y la escasez y pobreza los afecta más que a otras poblaciones.

Esta semana, un equipo de ADN Cuba salió a las calles de Holguín para consultar a ancianos cómo han subsistido entre la COVID-19, que azota a la isla desde hace cinco meses.

 

 

Antonio Almaguer, uno de los entrevistados, comentó a la revista que durante los periodos de cuarentena ha tenido que salir a buscar alimentos, pues nadie lo ayuda.

A eso hay que sumarle que Almaguer padece de psoriasis y de problemas estomacales. Muchas veces, confiesa, decide no comprar medicamentos, ya que su pensión de 320 pesos cubanos (12 dólares) al mes no le alcanza.

"No ha venido ni trabajador social ni nadie a preocuparse por la situación de uno. Hace falta que se preocupen un poco más", agregó.

Por su parte, la anciana Dulce Mensa vive sola y al menos sus hijas le llevan comida. Sin embargo, se queja de los altos precios de alimentos.

"Horita pasó un señor vendiendo el plátano a 8 pesos cubanos. No se puede comprar. Mi pensión es de 350 pesos al mes y hay que apretarlos. Hay cosas que uno las necesita pero no alcanza el presupuesto", lamentó la mujer.

Otro de los adultos consultados, Eladio Leiva, dijo que solo sale a lo necesario, pues le traían la comida. También coincide en que hay escasez de productos y los precios son elevados.

El pasado sábado 23 de agosto, ADN reportó la desaparición de un anciano de 62 años en La Habana, quien no fue buscado por la policía, pese al peligro inminente de la tormenta tropical Laura.

Con alivio supimos que, temprano en la mañana de este martes, Antonio Jaén Soca fue hallado. Su sobrina Yamilka Frómeta Jaén explicó que estaba “en San Miguel del Padrón tirado en un portal tapado con cartones”. Además, refirió que familiares y amigos continuaron la búsqueda “por todos lados, porque la policía por gusto”, no ayudó.

 

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