El médico cubano Alexander Pupo Casas, a pesar de ser expulsado del hospital donde laboraba y de prohibírsele continuar los estudios en especialidad de Neurocirugía, por sus opiniones en redes sociales en contra del régimen castrista, continúa denunciando la dictadura y exponiendo la realidad que se vive en la Isla.
En una reciente publicación en redes sociales, el joven galeno, residente en la ciudad de Holguín, afirmó que “es imposible salir a transitar las calles de Cuba y no verlo, no sentirlo, no escucharlo: el deseo de un giro de 180° es innegable en cada cubano desesperado, que ve su vida pasar entre crisis y necesidades interminables”.
Pupo sostuvo en un post en su perfil de Facebook que el “desgobierno” cubano es “incapaz de velar por sus ciudadanos y sólo levanta su mano para complicarle la vida al pueblo, más de lo que ya está”.
“Es inevitable no sentir desesperación ante tanta incertidumbre e imposibilidad para emprender cualquier aventura en Cuba, del tipo que sea. Cuba es un país sin futuro, en constante involución, no confiable ni para sus propios habitantes, que prefieren exponer sus vidas en el mar o en la selva peligrosa, que seguir sufriendo las penurias a las que los tiene sometidos un gobierno incapaz de asegurarle siquiera la Libertad para poder gritar en voz alta lo que les duele”, escribió el doctor.
Pupo condenó además: “Se hace imperdonable comprender que hoy por hoy el sueño más perseguido por la juventud es la emigración como método de prosperidad”. “Se me hace intolerable ver a un grupo de ilusos esperar por la construcción de algo que en sesenta años solo ha demostrado ineptitud y capacidad para destruir vidas y separar familias, pero siguen confiando ciegamente en un grupo de 'viejos' que les piden que hagan 'sacrificios' que ni ellos ni sus familiares hacen”, añadió.
De acuerdo a sus declaraciones las calles de la Isla están “llenas de personas sin valores, analfabetos de carácter, cobardes sin escrúpulos y doble moral. Ese es el legado que nos han dejado las malas elecciones y el servilismo populista”.
El joven holguinero es constantemente acosado y amenazado por la policía política del régimen. A pesar del hostigamiento y persecución de la Seguridad del Estado, continúa compartiendo sus opiniones sobre el régimen castrista y denunciando las constantes violaciones de derechos humanos que suceden en el país.
“Y luego me preguntan por qué dejé de creer en el Sistema. No puedo creer en un sistema que aprisiona a su pueblo en una ideología genocida y justificativa, no puedo creer en un gobierno que maltrata a su pueblo si no lo sigue. No puedo creer en un Estado que le miente al mundo y a su propia gente, no puedo confiar en un desgobierno que viola descaradamente los derechos humanos y luego lo niega como si todas las personas fueran imbéciles”, subrayó.
Aseguró el médico opositor: “No puedo creer en una ideología que ha demostrado ser ineficaz y autodestructiva donde quiera que ha llegado. No puedo confiar en un gobierno que mantiene infeliz a sus ciudadanos y los trata como esclavos. No puedo creer en quienes convierten nuestras vidas en un infierno, aunque se empeñen en aparentar ante el mundo que vivimos en un paraíso. Por estas y otras tantas cosas alzo mi voz por mis hermanos, y mi teléfono es mi arma para defenderlos de esos en los que no confío”.
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Su publicación provocó disimiles reacciones y comentarios. Calina Vázquez, señaló: “Es más que necesario un cambio ya, por la salud mental de todo un pueblo. Patria y Vida. ”
Por su parte, José Rene Estévez Torres, refirió: “Así se les canta las verdades a los esbirros, son tiranía porque hacen su propia voluntad y no la del pueblo, no respetan leyes, derechos humanos ni su propia constitución. ABAJO LA DICTADURA. Cubano, hay otra vida esperando por nosotros donde el hombre trabaja y vive de su salario y sostiene a su familia sin tener que robar, eso se llama dignidad”.
Desde la cuenta de González Ena, se comentó: “(…) me cercioro más que el engaño y adoctrinamiento, sumando la manipulación noticiosa del gobierno, tiene una gran cantidad de 'viejos descontinuados' defendiendo lo que todo el que sepa mirar ve: la otra realidad, la verdadera. No hay alimentos. No hay medicinas. Los médicos trabajan en su inmensa mayoría disgustados. No hay justicia... y para qué hablar de las últimas medidas de poco tiempo acá...ese cambio difícilmente yo lo vea, tal vez mis nietos, no lo dudo, pero mientras existan cómplices tan pobres defendiendo lo que según ellos, la 'revolución hizo por el pueblo' no creo que ese cambio surta efecto”.
“Digo más aún, conozco quien es mantenido por sus familiares fuera de Cuba y defienden esto... inconcebible, ¿verdad? Y andan así por todo el reparto pidiendo una pastillita para el dolor”, añadió.