Pone carteles por problemas de vivienda y le envían a la Seguridad del Estado

En 2018 decidió poner carteles para llamar la atención sobre su problema de vivienda y varios agentes de la Seguridad del Estado se han presentado para que los quite
 

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El adulto mayor, Gonzalo Hernández Rodríguez, residente en Banes, Holguín, tiene desde hace dos años carteles en las afueras del primitivo cuarto para pedir ayuda por su vivienda y le enviaron a la Seguridad del Estado.

En una entrevista a Cubanet, se explica que a inicios de este siglo el hombre vivía en un rancho y se le cayó. Desde 2003 comenzó gestiones ante diferentes organismos para solucionar esta problemática, incluido el Consejo de Estado.

Hoy, 17 años después, sigue en las mismas pésimas condiciones. Habita un lugar con suelo de tierra, y paredes y techo de madera, que se destruyen por la lluvia y el comején.

"Vino una señora de Vivienda una noche pero no quedó en nada esa visita. Parece que era para darme una vivienda pero si era para eso, se la echaron ellos en el bolsillo. Me cansé y no hago más gestiones", añadió el anciano.

En 2018 decidió poner carteles para llamar la atención sobre su problema de vivienda y varios agentes de la Seguridad del Estado se han presentado para que los quite.

"Cada vez los pongo más altos", dice al medio citado. 

El único ingreso que percibe es una pensión de 217 pesos cubanos (8 dólares) mensuales que no le alcanza para cubrir sus necesidades básicas de comida y medicamentos.

Por su edad y la vida que ha llevado, padece de artrosis, sacrolumbalgia, hemorroides y tiene dos hernias.

"Los pobres tenemos derecho a vivir como seres humanos", expresó.

A finales de junio el diario estatal Vanguardia, perteneciente a la provincia de Villa Clara, reconoció a través de un artículo publicado en su sitio web la falta de atención a adultos mayores por parte de las instituciones del régimen.

"Existen irregularidades en cuanto al Sistema de Atención a la Familia (SAF) en Villa Clara, que deben ser erradicadas con el trabajo mancomunado de los Consejos de Administración Municipales", señaló el periódico. "La COVID-19 ha dejado muchas enseñanzas, sobre todo, en cosas que no hacíamos o dejábamos de hacer en cuanto a la atención a las personas más vulnerables; entre las cuales está el Sistema de Atención a la Familia (SAF)".

Según el informe presentado en el encuentro, existen en Villa Clara 8800 personas que forman parte del SAF, "pero a los Consejos de Administración Municipales les ha faltado control y seguimiento al tema, con listados desactualizados y datos incorrectos", lo que ha favorecido manifestaciones de robo de recursos y otras irregularidades, que han afectado directamente a estos grupos de personas vulnerables.

A esto hay que sumarle que la falta de voluntad política y de integralidad en su atención han provocado que muchos inmuebles se encuentren en situaciones pésimas y que existan Consejos Populares que no dispongan de este Sistema de Atención a la Familia. 

Una encuesta realizada en la central provincia reveló que en no pocas ocasiones la calidad de la alimentación es mala, así como tampoco es buena su elaboración, y que de las 111 instituciones del Sistema de Atención a la Familia (SAF) existentes en el territorio, un total de 59 fueron evaluados de Bien (53,1 %); 40 de Regular (36,3 %) y 12 de Mal (10,8 %).

 

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