Autoridades cubanas podrían extender la condena de la opositora Aymara Nieto bajo el pretexto de liderar un motín que ocurrió a principios de año en la cárcel de mujeres “El Guatao”, provincia Las Tunas, donde estuvo detenida para cumplir una condena de cuatro años antes de ser trasladada a otro penal.
La Dama de Blanco y activista de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) explicó que su expediente estaba en fase preparatoria y pidió a sus familiares que contrataran a un abogado defensor para el juicio en llamada telefónica a su familia el 16 de diciembre.
A principios de año, cuando Nieto Muñoz aún se encontraba en El Guatao, las reclusas de ese penal quemaron varios colchones. Pero la presa política cubana asegura que ella nada tuvo que ver con tales sucesos.
Hay al menos cinco mujeres implicadas en el proceso penal. Contra ellas, asegura Nieto Muñoz, la medida aplicada por la dirección del penal fue retirarles las visitas familiares y las llamadas telefónicas.
Sin embargo, sin siquiera haberse demostrado la supuesta implicación de la activista de la UNPACU en el motín, las autoridades carcelarias ordenaron su traslado inmediato a otra prisión de mujeres en Las Tunas, en donde permaneció alrededor de seis meses en celdas de aislamiento.
Para el abogado Edilio Hernández, este confinamiento prolongado viola el Reglamento de las Prisiones y las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (Reglas Nelson Mandela), según las cuales un recluso no puede permanecer más de 15 días en confinamiento.
Las conocidas como Reglas Mandela también establecen que entre “las sanciones disciplinarias o medidas restrictivas no podrá figurar la prohibición del contacto con la familia. Solo se podrán restringir los medios de contacto familiar por un período limitado y en la estricta medida en que lo exija el mantenimiento de la seguridad y el orden” (Regla 43.3).
Pese a que la hija mayor y el esposo de Nieto Muñoz han podido visitarla en Las Tunas en dos ocasiones, para ellos, el hecho de que esté a más de 600 kilómetros de La Habana, ha dificultado en extremo las visitas familiares. La pandemia de COVID-19 ha sido también un pretexto para impedirlas.
Asimismo, los familiares de la presa política denuncian que oficiales de la Seguridad del Estado han robado en varias ocasiones los suministros (alimentos, ropas y medicinas) enviados a la Dama de Blanco, asegura Cubanet.
Esta constituye la segunda prisión política de Aymara Nieto Muñoz. En 2017 fue condenada a un año de privación de libertad por “desorden público”, tras lo cual cumplió su sanción como prisionera de conciencia en El Guatao.
Poco después de su excarcelación, en mayo de 2018, fue detenida violentamente luego de una redada policial. Durante su traslado, fue golpeada dentro del auto patrullero.