Régimen culpa a coleros de que niños, ancianos y embarazadas no tengan comida

Sin reconocer su fracaso económico, el régimen continúa buscando chivos expiatorios a los cuales responsabilizar de la actual situación de escasez por la que atraviesa el país
Gan cola en La Habana para comprar comida
 

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Para el régimen castrista el culpable de su fracaso económico siempre ha sido el embargo estadounidense. Por absurdo que parezca, desde que comenzó el desabastecimiento en tiendas y establecimientos comerciales, el discurso oficialista ha incluido también a ese sector de la población que, como manera de ganarse la vida, se dedica a revender lo poco que logra adquirir en los comercios estatales.

Ese es el caso de un artículo publicado este 27 de julio en el diario de propaganda estatal Granma, donde se culpa a los coleros de que los ancianos y las embarazadas no tengan qué comer.

"Colas y «coleros» abundan en estos meses de COVID-19 en Cuba. Se mueven a la vista de todos: los que marcan dos y tres veces, para varias personas, con el objetivo de vender sus puestos a quienes puedan pagar altos precios por apresurar su momento de compra. Y también aparecen quienes te susurran al oído que tienen lo que quieras (toallitas húmedas, culeros de bebé, pollo, picadillo, aceite, splits, neveras…), pero solo si estás dispuesto a costearlo al doble, triple o quien sabe qué número en CUC por arriba de su precio en las tiendas estatales. Luego, para ampliar la reventa, usan hasta internet".

En su texto Granma también hizo referencia al número cada vez mayor de sancionados por delitos relacionados con las colas.

"Cual rayo de luz en medio de la crisis global, con sus impactos en el mercado interno y las persecuciones económicas a causa del bloqueo que acrecientan la crisis nacional, recientemente avivó el debate público en torno al tema una nota del Ministerio del Interior, en la cual se precisaba que más de 1 285 «coleros» habían sido sancionados en Cuba desde el inicio de la pandemia de la COVID-19".

Según el diario del Partido Comunista de Cuba, "ante esa cifra, que en opinión de algunos crecerá si se toma en cuenta la gravedad de la situación, sale a la palestra pública la indolencia de personas sin compromiso social, dedicadas al trasiego de productos necesarios para las familias, en medio de un contexto de desabastecimiento y de emergencia sanitaria nacional". Como es típico de la retórica oficialista, obvia mencionar que en lo que va de año Estados Unidos ha exportado a Cuba casi 82 millones de dólares en pollo, maíz, fosfato, soya, tractores y prótesis ortopédicas, entre otros productos.

Y es que para el régimen es más fácil culpar a terceros que reconocer la incapacidad del sistema, la falta de voluntad política para hacer frente a sus ineficiencias o la corrupción que campa por su respeto a todos los niveles de la administración, de ahí que el pueblo tenga que leer en el diario más difundido del país, que los responsables de que los sectores más vulnerables de la población no tengan alimentos, medicinas y otros productos básicos, son los revendedores.

"Se pudiera llegar a dudar de la humanidad de estos seres que, movidos por el individualismo, olvidan que niños, ancianos, embarazadas y enfermos no tendrán la oportunidad de obtener lo que necesitan", escribió Granma, limpiando la imagen del mayor revendedor de la historia de Cuba: el castrismo.

 

 

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