Dos brigadas integradas por enfermeros de Granma y Las Tunas fueron enviadas a La Habana esta semana para combatir la COVID-19 en la capital de la Isla, la provincia con mayor tasa de incidencia del nuevo coronavirus, informaron medios locales de ambas provincias orientales.
“Una brigada integrada por 42 licenciados en enfermería fue abanderada en la ciudad de Las Tunas antes de partir a La Habana, donde prestará ayuda sanitaria en el enfrentamiento a la COVID-19”, precisó el telecentro provincial de esa provincia.
Se trata de la brigada “Brígida Zaldívar”, la cual cumplirá su misión en varios centros asistenciales de la capital.
Por su parte Granma envío a La Habana 110 licenciados en enfermería que “en días recientes llegaron de otras naciones (particularmente en México) donde estuvieron combatiendo la COVID-19”, precisó el telecentro provincial de ese territorio.
Según el medio local citado, “Granma ha sido la provincia cubana que mayor cantidad de enfermeros ha integrado a la brigada ‘Henry Reeve’” exportada por el régimen de La Habana al extranjero durante la pandemia de COVID-19. Se trata de más de 300 profesionales de la enfermería.
Este jueves, las autoridades sanitarias del régimen cubano confirmaron 83 nuevos casos de COVID-19 en el país, para un total de 3565, en una segunda ola pandémica aún peor que la primera.
Sobre todo al occidente de la Isla, en las provincias de La Habana, Artemisa y Pinar del Río, se están concentrando los casos de coronavirus del último mes y rigen allí fuertes cuarentenas obligatorias en ciertos barrios.
El pasado 11 de marzo, hace ya más de cinco meses, se confirmaron los primeros casos positivos de infección de coronavirus en Cuba, con tres turistas de visita en el país, según datos del Ministerio de Salud Pública (MINSAP).
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A finales de junio comenzó la reapertura de la Isla por etapas: primero en provincias y luego en la capital, sin embargo, semanas después comenzó a verse un incremento de los casos.
Desde el pasado 31 de marzo, el primer ministro del régimen cubano, Manuel Marrero Cruz, anunció la suspensión total de los vuelos a la Isla, lo que significa que ni los cubanos y extranjeros residentes podrían entrar al país salvo situaciones excepcionales.
“El avance de la pandemia nos ha llevado a valorar la situación de los aeropuertos. Se ha tomado la decisión de suspender todos los vuelos de pasajeros a Cuba. Necesitamos eliminar el arribo de pasajeros que sigue siendo un riesgo para la salud de las personas”, señaló entonces el jerarca.
Sin embargo, desde el 1 de julio, hace ya un mes y medio, el país abrió los aeropuertos de los cayos para recibir turistas. A ellos no se les exige prueba PCR negativa, sino que se les realiza a su llegada, y si son positivos, se les atiende y se les cobran los servicios.