El presidente del régimen cubano, Miguel Díaz-Canel, afirmó este sábado que “se acabó ya la contemplación en los territorios con la venta ilegal de medicamentos”, un fenómeno que instó a enfrentar a todos los gobernadores provinciales, de conjunto con elementos del Ministerio del Interior y otros organismos estatales.
En la reunión del grupo temporal de trabajo del Gobierno para el enfrentamiento a la COVID-19, el también primer secretario del Partido Comunista y único permitido legalmente en Cuba criticó la pasividad de las autoridades ante el crecimiento de la venta ilegal de medicamentos, sobre todo en grupos de redes sociales, y ordenó actuar contra ella porque, dijo, agrava la compleja situación que vive el país.
La ordenanza y anuncio de esta nueva cruzada del régimen contra vendedores y revendedores se produce en medio de un agudo desabastecimiento de medicamentos en la isla y el alza de contagios y muertes por coronavirus.
“Eso no se puede permitir y más ná… Nos está caldeando la situación con la población y estamos pasivos ante eso”, dijo el mandatario castrista con evidente molestia, al tiempo que invocó quejas populares por la situación de la venta ilegal a precios elevados y adelantó que se decomisarán los medicamentos objeto de la práctica para destinarlos de inmediato a hospitales, centros de aislamiento y otros centros de salud.
Al respecto, el primer ministro de Cuba, Manuel Marrero Cruz, agregó que la ofensiva solicitada a las autoridades no es porque alguien venda un medicamento por una mínima ganancia, sino por personas que venden un blíster de pastillas en 2000 y hasta 3000 pesos.
“Es un abuso y tenemos que cerrar filas en un tema tan sensible, sobre todo en medio de la compleja situación que vive el país con la pandemia y la escasez de medicamentos”, dijo Marrero.
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Agravada por la crisis sanitaria derivada de los embates de la pandemia de coronavirus, la escasez de medicamentos en las farmacias destinadas a los cubanos es muy anterior a marzo de 2020, cuando se detectaron los primeros casos de COVID-19 en la isla.
Antibióticos, ansiolíticos, antinflamatorios y antihipertensivos están entre los medicamentos más deficitarios, aunque también escasean fármacos comunes, analgésicos, antigripales, vitaminas y hasta jarabes de medicina verde.
En contraste, las farmacias internacionales, que comercializan en divisas extranjeras a precios elevados y a las que, por ende, no pueden acceder la mayoría de los cubanos, han permanecido surtidas.
Ante tal panorama, caracterizado también por una aguda escasez de alimentos y otros bienes de primera necesidad, muchos cubanos acuden a las redes sociales para realizar intercambios o trueques de medicinas por comida y aseo, aunque también hay personas que aprovechan la situación para obtener ganancias desmesuradas a costa de la necesidad ajena.
Marrero instó a las autoridades locales a penetrar los grupos y estudiar detalladamente la situación para frenar el fenómeno, específicamente en lo concerniente a aquellos que venden a precios excesivos y para lucrar con una práctica ilegal.