"Roberto Quiñones tiene asma, psoriasis, hipertensión arterial y glaucoma. Es una persona con factores de riesgo en medio de la pandemia. ¿Qué espera el régimen cubano para liberarlo?", se preguntó la periodista independiente cubana Karla Pérez González en su cuenta de Facebook.
Hasta la fecha, el abogado y reportero de CubaNet ha cumplido más de seis meses de prisión por el supuesto delito de "desobediencia", el pretexto usado por el régimen para condenarlo y evitar que informara sobre el caso de los pastores Ramón Rigal y Ayda Expósito, condenados a su vez por intentar educar a sus hijos en casa.
Numerosos internautas han pedido la liberación de Roberto de Jesús Quiñones Haces, sobre todo después de que el régimen liberara al artivista Luis Manuel Otero Alcántara y al líder opositor José Daniel Ferrer, coordinador general de la unión Patriótica de Cuba (UNPACU).
Sin embargo, la presión en redes sociales en el caso del periodista independiente ha sido menor que la del resto de activistas o artistas considerados presos políticos por Amnistía Internacional y otras organizaciones defensoras de los derechos humanos.
En septiembre de 2019 Quiñones Haces, de 61 años, recibió una condena de privación de libertad de un año, sustituida por trabajo correccional con internamiento. No obstante, al negarse a ingresar voluntariamente en el campamento de trabajo correccional, fue capturado en su casa el pasado 11 de septiembre por la Policía y trasladado hacia la Prisión Provincial de Guantánamo, donde ha permanecido más de seis meses hasta ahora.
El reportero y abogado fue incluido en la lista de One Free Press Coalition, como uno de los 10 casos más graves de injusticia contra periodistas en todo el mundo.
El 15 de noviembre de 2019, relatores de Naciones Unidas (ONU) y el relator Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Edison Lanza, enviaron una misiva al régimen cubano, denunciando el caso de Quiñones Haces.
El régimen, como es costumbre, ha negado las violaciones contra la integridad personal del reportero. Diplomáticos cubanos ante la ONU han asegurado que Quiñones Haces disfruta "de los derechos y beneficios que por ley se le confieren. Ha recibido tres visitas familiares y dos pabellones conyugales, lo cual desmonta el falso fundamento de que se le ha negado a la familia la posibilidad de visitarlo o que se hayan cancelado las visitas en diferentes oportunidades. Se le ha proporcionado la asistencia médica convenida ante el diagnóstico de psoriasis, hipertensión arterial y glaucoma, facilitándosele en todos los casos la medicación".
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En varias ocasiones, tales declaraciones han sido desmentidas o matizadas tanto por la familia del periodista independiente como por el propio Quiñones Haces, que continúa escribiendo desde la cárcel, a pesar del endurecimiento de su régimen carcelario.
Según su hijo, el reportero ha sido castigado por enviar textos desde la prisión al portal independiente de noticias CubaNet.
Tras la liberación de Otero Alcántara, José Daniel Ferrer y otros tres activistas de la UNPACU, la sociedad civil cubana ha apuntado que la injusticia debe cesar también en el caso del reportero de 61 años.