El destacado intelectual cubano Roberto Zurbano dedicó este sábado unas emotivas palabras al artista del género urbano Daniel Muñoz, fallecido “como consecuencia de una afección cardiovascular aguda”, según confirmó oficialmente el Instituto Cubano de la Música.
“La muerte de un reguetonero es el final de un itinerario difícil. Un camino labrado en busca de aceptación, autonomía económica y fórmulas complicadas del éxito. La otra cara de la moneda es el fracaso, la falta de estudios, la pobreza, la marginalidad y hasta la cárcel”, escribió Zurbano en su perfil de la red social Facebook.
“Sólo ellos han construido un mundo romantizado, donde sus conflictos se ocultan bajo la impoluta belleza varonil y llegan a transferir a sus públicos formas del goce y el paraíso que merecemos en la Tierra, aquí y ahora, sin mucha explicación.
Son como flores de nuestra marginalidad, exhibidas en las vitrinas del glamour. Sin tiempo para el dolor, la muerte los sorprende como esa muchacha que ellos seducen y se llevan tras cada concierto. Un día esa muchacha no es otra que la muerte y se entregan al ritmo de su tema más pegao”, agregó el poeta y ensayista, en explícita referencia a lo sorpresiva que resulta la muerte del Dany, integrante de la popular agrupación de reguetón Yomil y el Dany, por su juventud (31 años) y aparente buen estado de salud.
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“Nadie les quite lo bailao, lo gozao y los aplausos. Cuando todos odiaban el reguetón escribí sobre ellos con amor, hace más de veinte años. Han entregado toda la grandeza de la que son capaces sin escuela ni guía ni apoyo de casi nadie. Cuando cae uno de ellos, cae un guerrero sin los honores reservados a las estrellas. Mueren como luceros cuyas luces fueron largamente deseadas, envidiadas, pero nunca apagadas”, subrayó Zurbano, director del Fondo Editorial de Casa de las Américas y jefe de redacción de Catauro, revista cubana de Antropología.
“Adiós al Danny, solo nos encontramos una sola vez en un aeropuerto donde matamos el tiempo de espera caminando entre las tiendas, donde casi me obligó a comprar un perfume japonés sin el cual ya no puedo vivir. Te honraré hoy oliendo a Ossey Miyake!”, concluyó.
Las palabras de Zurbano sobre el lamentable fallecimiento de Dany han gozado de gran aceptación y acogida. Para muchos usuarios se trata de la partida de un talento joven que se va luchando por su sueño, más allá de las discrepancias que los distintos estilos del género urbano puedan generar en el público.
Daniel Muñoz era estudiante de medicina cuando, en 2009, se unió a Roberto Hidalgo Puentes (Yomil) en un dúo que se conoció como DpuntoD, con el cual tuvieron logros moderados en los clubes nocturnos y las redes sociales, hasta desintegrarse en 2011.
Ambos volvieron a unirse en 2015, en un nuevo proyecto nombrado Yomil y el Dany, el cual se distinguió de otros dúos por una estrategia más agresiva que integraba un sonido metropolitano rebosante y bombeado con captura digital, reguetón estadounidense y rap, el cual se denomina ‘traptón’ (trap y reguetón).
Daniel y Roberto fueron pioneros de ese género en Cuba, un estilo evolucionado y derivado del reguetón que combina hip hop, rap, trampa electrónica, dancehall y elementos de son (música tradicional cubana) dentro de su base de reguetón.
