Al igual que México, Rusia ha enviado insumos sanitarios y alimentos a Cuba para ayudar al régimen a paliar una de las peores crisis de la historia de la isla.
Según informó este sábado el Ministerio de Defensa del país euroasiático, fueron enviados a la mayor de las Antillas dos aviones de transporte militar An-124 Ruslán con más de 88 toneladas de ayuda humanitaria, que incluye alimentos, equipo de protección personal y más de un millón de mascarillas.
La entrega de la ayuda fue ordenada por el presidente ruso, Vladimir Putin, y sigue en el tiempo a una ordenanza similar del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, que enviará un buque de alimentos y medicinas al régimen, según conoció la agencia noticiosa Reuters a través de una portavoz del gobierno de Veracruz, estado sureño desde donde zarparía la embarcación.
“En la mañana empezó la maniobra del cargamento de alimentos y medicinas por parte del gobierno de México hacia Cuba (...) en un barco de la Secretaría de Marina (Semar)”, dijo a Reuters Marisa López, coordinadora de Comunicación Social de Veracruz.
Ante el desconocimiento sobre el contenido específico de la carga y el puerto cubano que la recepcionaría, el referido medio solicitó información del cargamento al gobierno mexicano, a la Semar y a la Embajada de Cuba en México, pero no obtuvo respuestas.
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La solidaridad de Rusia y México con Cuba llega tras las protestas que sacudieron a la isla el domingo 11 de julio.
A raíz de éstas, el presidente de la nación azteca comentó que su administración se solidarizaba con los ciudadanos de la isla y podría enviarles ayuda humanitaria si así se lo solicitaban.
Además, abogó por que los cubanos encontraran una solución dialogada y pacífica tras las manifestaciones y pidió el fin del embargo a la nación caribeña, resumiendo los pedidos ciudadanos, en sintonía con el oficialismo cubano, a una consecuencia de la escasez y la crisis económica derivadas, supuestamente, de la política de sanciones estadounidense.
También México, como presidente pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), dijo que apoyaría a Cuba con el envío de 800 mil jeringuillas para la vacunación, como han hecho otras naciones en el pasado.
Ante las protestas ciudadanas en Cuba, el Kremlin también se alineó con el régimen de la isla y alertó contra la “injerencia externa” y las “acciones destructivas”.
De acuerdo con la Cancillería rusa, tanto para La Habana como para Moscú son inadmisibles la injerencia externa y otras acciones destructivas que puedan conducir a la desestabilización de Cuba.